Kobo Elipsa: el eReader que da un paso creativo más
Este lector de libros electrónicos añade la capacidad de tomar notas y garabatear de manera avanzada. ¿Qué tal se defiende en ambas facetas?
El Elipsa es un gadget bipolar: ejerce como lector de libros electrónicos de última generación y ofrece las posibilidades de una tableta gráfica; dos polos que, en este caso, se entienden muy bien. Elemento fundamental para ello es el lápiz capacitivo que lo acompaña: permite editar libros electrónicos, archivos PDF y dibujar a mano alzada. También cuenta con una dinámica de escritura a mano que funciona a las mil maravillas. Como no podía ser de otra manera, el Elipsa aprovecha todo el ecosistema de contenido digital de Kobo: libros, cómics y novelas gráficas. Del mismo modo, es compatible con Overdrive para pedir libros en las bibliotecas públicas, con Pocket para guardar artículos e historias de páginas web y trasladarlos al eReader, y con Dropbox para almacenar o compartir archivos PDF, dibujos editados, etc.
Diseño
El Elipsa es el eReader con mayores dimensiones que ha lanzado Kobo en toda su historia, pero no es el más grande del mercado; le supera el ‘mastodonte’ Onyx Boox Max3, de 13,3”. Las medidas concretas del Elipsa son 193 x 227,5 x 7,6 mm (peso de 383 gr) para una pantalla E INK Carta 1200 de 10,3”. En comparación con Carta 1000, la empresa asegura que es un 20% más rápida y mejora en un 15% el contraste. Es un panel de 1.404 x 1.872, con una resolución final de 227 ppp. Dispone de iluminación mediante luces LED blancas, junto con los modos Comfort Light para leer a oscuras y de fondo negro con texto blanco.
Su frontal es asimétrico: marco fino por tres lados y generoso por el cuarto; este último es el apropiado para sostener el Elipsa. Por descontado, se puede girar el eReader, con reorientación automática del contenido para que sea accesible a diestros y zurdos. También admite modo horizontal.
No tiene un solo botón físico más que el de encendido y es el primer producto Kobo con puerto USB-C, mediante el que se carga la batería interna o se conecta a otro gadget para transferir documentos. Junto al citado pulsador, una luz de estado.
En lo que se refiere a su circuitería, integra un procesador quad core de 1,8 GHz, 1 GB de RAM y 32 GB de memoria interna. La batería es de 2.400 mAh y su conectividad inalámbrica es WiFi ac.
También es el primer Kobo con lápiz óptico. Este tiene un acabado en aluminio y dos botones con funciones distintas según el ámbito en el que lo estemos utilizando: realizar destacados mientras se lee, líneas/sombras/borrado al escribir a mano alzada, etc. Propone distintas ‘puntas’ (bolígrafo, caligrafía, pincel y resaltador), ofrece hasta cinco configuraciones de grosor y cinco tonos (desde negro profundo a blanco, pasando por escalas de grises) y hay varios tipos de borrador, como Objeto y Borrado de Pincel, que diferencian el tamaño de la ‘goma’ virtual. Incluye la función deshacer/rehacer.
El estuche SleepCover es un accesorio muy conveniente para el Elipsa: lo viste y protege de manera fantástica; a partir de unos pliegues, permite disponer el eReader en distintas posiciones y, además, tiene un acceso para guardar el lápiz óptico.
Experiencia de uso
En su faceta como lector de libros electrónicos, si has probado alguno de los últimos modelos de Kobo, el Elipsa no trae novedades realmente relevantes en cuanto a interfaz o posibilidades de gestión del propio equipo y de sus contenidos, siendo el nivel ya muy bueno. Nos sigue gustando mucho la capacidad de cargar sus propias fuentes, los controles deslizantes y la fácil configuración de los márgenes y los espacios de línea. En suma, un poco más de lo mismo (que, repetimos, atesora un elevado nivel) pero, en el caso del Elipsa, todo bastante más rápido.
El atractivo fundamental del Elipsa reside en la experiencia de marcar, escribir y dibujar: puedes hacerlo sobre los propios eBooks con libertad limitada (luego lo explicamos) o bien utilizar Elipsa como un block de notas, todo ello conectado a Internet. Pongamos un ejemplo práctico: sobre un libro electrónico, resaltas un párrafo, a cuyo margen escribes una nota a mano alzada; si has resaltado una palabra, se abre un diccionario con su definición y propone un enlace a Wikipedia. También puede buscar el significado de una palabra en determinados idiomas europeos. Puedes hacer lo mismo sobre un PDF así como ‘blanquear´ la pantalla para escribir, dibujar o, en suma, crear, como si lo hicieras en una cuartilla de papel. Todo lo que tú crees podrás guardarlo en la memoria interna, enviarlo a Dropbox o exportarlo a un ordenador.
Otras detalles de su uso es que puedes aplicar el gesto de pellizco sobe la pantalla para hacer zoom, mientras que un mapa en la esquina superior derecha ayuda a conocer en qué parte del documento te encuentras.
Otra función interesante, y que funciona de manera maravillosa, es la capacidad del Elipsa para transformar manuscritos en documentos de texto. El índice de acierto es bárbaro, vamos, que a menos que tengas caligrafía de médico con prisas, Elipsa lo entiende perfectamente.
En el lado gráfico, Elipsa permite dibujar formas para después poder transformarlas libremente, invertirlas o aumentar/disminuir su tamaño. Otro detalle curioso: si escribes una ecuación matemática, Elipsa la resuelve. Desconocemos hasta qué grado de complejidad es capaz de hacerlo pero, desde luego, que promete y mucho.
Gadget opina
El Kobo Elipsa es un magnífico lector de libros electrónicos y un buen soporte para tomar notas y dibujar. Leer en Elipsa es lo que esperaríamos de cualquier otro dispositivo Kobo de las últimas generaciones: textos nítidos e imágenes con gran detalle; muchas y fáciles opciones para personalizar la lectura. Su tamaño de pantalla facilita esta lectura, la escritura y la creación, pero su peso supone una incomodidad cuando llevas un rato largo sosteniéndolo con las manos. Y decimos manos porque aguantarlo con solo una es cuestión de unos pocos minutos. En suma, es un eReader y tableta gráfica para cuyo uso ágil y confortable ha de estar apoyado en una mesa o en las piernas. Dicho todo esto, esta gran pantalla es perfecta para cómics y novelas gráficas, o para leer libros con diagramas, mapas o imágenes.
El lápiz Kobo Stylus se siente bastante natural de usar; no responde en tiempo real, pero casi. Su lag en la respuesta no supone inconveniente y, en general, genera una experiencia agradable. Uno de los problemas de Elipsa es que la compatibilidad con el lápiz óptico se limita a los libros electrónicos que hayas comprado en la tienda Kobo. Dicho de otro modo, no puedes anotar nada sobre un EPUB descargado de cualquier otra fuente. Sí es 100% funcional con archivos PDF, vengan de donde vengan, siempre que no tengan DRM, claro. Por cierto, ningún otro stylus o puntero del mundo funciona con el Elipsa.
El reconocimiento de escritura a mano realiza una transcripción con calidad excelente pero el proceso es lento. Echamos de menos una retroiluminación LED ámbar que dotara a la lectura de un agradable tono cálido (o de luz de vela).
Su gran batería dura hasta cuatro semanas con una sola carga, pero depende mucho del uso y, sobre todo, de si está iluminada la pantalla o no (que los LEDs consumen poco, pero lo hacen). Tarda un poco menos de 3 horas en recargar del 0% al 100%.
En nuestra opinión, el Kobo Elipsa se encuentra a medio camino entre un eReader avanzado con posibilidades creativas y un tablet con stylus (Huawei MatePad, por ejemplo); en este segundo podrías hacer lo mismo (o más) que en el Elipsa y todo a color, seguramente de manera más rápida y por el mismo o menor precio. Porque el Elipsa cuesta 399 euros (lápiz y funda incluidos). Sin embargo, hay un matiz decisivo: la protección de la vista. Y no es un tema precisamente baladí. Por mucha tecnología de protección de los ojos que tenga un tablet, leer durante mucho rato en él genera fatiga ocular y, a largo plazo, puede perjudicar seriamente la calidad vidual. Esto no ocurre con un eReader como el propio Elipsa, que no ‘carga’ los ojos aunque leas en él la saga completa de El Señor de los Anillos de un tirón y lo combines con hacer listas de la compra, anotar a diestro y siniestro, rellenar formularios, corregir apuntes y hacer dibujos.
En otro sentido, uno de los argumentos de venta de los lectores de libros electrónicos es que puedes llevar tu biblioteca personal (y la del vecino) en una mano y disfrutar de ella donde quieras. Con el Elipsa, también, pero pesa y ocupa un poco más que los demás.