iPad Pro, la experiencia tras dos meses con él
Hemos pasado 2 meses probando un iPad Pro, intentando aprovechar todo el potencial del último tablet grande de Apple que, aunque en principio parecía hacerse creado con un enfoque profesional, el tiempo ha demostrado que es un dispositivo versátil, válido para todo. Estas son nuestras impresiones.
El iPad Pro de por sí no es, ni más ni menos, que una versión más grande de los tablets de Apple. Concretamente alcanza las trece pulgadas, un tamaño considerable y poco manejable para tratarse de un tablet. El concepto tras el iPad Pro no se entendería sin su mayor cómplice: el Apple Pencil. Si hubiéramos valorado la unidad tal cual sale de la caja, sinceramente, no habría llegado a las 4 estrellas que ha alcanzado en este Test. Dicho de otro modo, el éxito o fracaso del nuevo iPad irá ligado directamente al citado complemento. Creemos que debería venderse de serie con todo iPad Pro; sí, menos ingresos, pero mayor satisfacción del cliente al advertir lo que realmente es ese tablet que tiene en las manos.
El Apple Pencil
Cuando se presentó por primera vez, y al ver los ‘renders’, nos habíamos imaginado que el Pencil era más pequeño y menos contundente de lo que realmente es. Tiene el peso justo para darnos la sensación de que sostenemos una pluma estilográfica o un bolígrafo de alta gama. Pero su peso está tan bien distribuido por toda su superficie que no es difícil manejarlo con destreza. Además, el material del que está hecho tiene el sello inconfundible de la marca: es agradable al tacto, ofrece un buen agarre y presume de una calidad general 100% premium. Otro detalle que marca la diferencia es su punta, ya que tiene un revestimiento de goma endurecida -lo suficientemente firme para no romperse- y, además, ofrece cierta resistencia a la hora de deslizarnos por la pantalla, simulando la fricción de un lápiz sobre un papel. En el plano tecnológico, y sin entrar en detalles sobre su composición, el Apple Pencil responde muy bien a todos nuestros movimientos. Es más, podemos decir que es el primer lápiz o ‘stylus’ del mercado -para iPad- que no tiene retardo entre lo que hacemos sobre la pantalla y lo que ocurre directamente en ella. Nos ha enamorado su forma de detectar la presión que ejercemos sobre el lápiz, la inclinación de éste o la rapidez con la que nos sigue cuando estamos tomando notas. Su conector lightning, oculto bajo un capuchón magnético en uno de sus extremos, es de fácil acceso y permite sincronizarlo por primera vez con el iPad Pro o recargarlo rápidamente a través de él cuando está bajo de batería.
La potencia del iPad Pro
El iPad Pro es casi tan potente (o más) que un portátil en condiciones. En términos de marketing, esta afirmación queda muy bien en las especificaciones de cualquier tablet. Pero en el caso del iPad Pro, es cierto y contrastable. Maneja con una soltura pasmosa cualquier aplicación, sea un exigente editor de fotografía o una tabla de Excel con filtros y macros. Su alto rendimiento y su cálculo computacional se hacen patentes en cualquier acción que ejecutemos, simple o compleja. Literalmente, vuela. Hemos realizado un montaje en Adobe Photoshop Fix, con varias capas, retocando fotos, aplicando varios filtros, recortando y obteniendo un resultado final que nada tiene que envidiar al que haríamos con un MacBook Air; lo hemos exportado como archivo .psd a otro Photoshop de escritorio y se mantuvo todo en su sitio. También hemos utilizado iMovie, editando vídeo grabado en 4K con nuestro iPhone 6s Plus. Sin problemas en ningún caso. El iPad Pro es una ‘bestia’ de silicio que cumple de sobra con lo que Apple anuncia de él.
Aplicaciones y sistema operativo
Aquí llega el gran ‘pero’ de nuestro Test. El iPad Pro comparte la misma interfaz y estructura de archivos que el resto de la familia iPad. A nuestro parecer, es un error, porque de primeras, no aprovecha la gran pantalla que tiene y deja muchos espacios vacíos con apps no adaptadas. Por otro lado, si está llamado a sustituir a un ordenador portátil, debería ponerlo más fácil para transferir archivos desde y hacia el iPad Pro. Todos conocemos los inconvenientes, en este sentido, que el iPad arrastra desde su primer modelo. Así como el Apple TV ha evolucionado hacia su propio sistema operativo (tvOS), el iPad Pro debería tener un sistema propio que nos permitiera distintas sesiones multiusuario, un sistema de archivos que no fuera tan estanco entre aplicaciones y una interfaz tipo USB para facilitar la exportación/importación de datos. En cuanto a las aplicaciones, debemos admitir que esta primera hornada hace un uso discreto –pero acertado- de todo lo que el iPad Pro ofrece. De entrada, tener la suite ofimática más vendida del mundo –Office- adaptada exclusivamente para el iPad Pro, es un buen comienzo. El apoyo de Adobe también es un punto firme a tener en cuenta. Con tan sólo unas cuantas semanas en circulación, de momento, es suficiente.
Precio: Desde 899 euros.
Más información en la web de Apple.
Especificaciones el iPad Pro:
- Pantalla de 12,9 pulgadas (2.732 x 2.048, 264 dpi).
- Procesador dual core A9X a 2,26 GHz y coprocesador integrado M9.
- GPU de doce núcleos PowerVR Series 7XT.
- RAM de 4 GB LPDDR4.
- Sensor biométrico Touch ID.
- Cuatro altavoces que ajustan su sonido en función de la orientación.
- Cámara frontal de 1,2 Mp (f/2.2, 720p); trasera de 8 Mp (f/2.4, 1.080p a 30fps, Slow Motion a 120 fps).
- Batería de 10.307 mAh.
- Bluetooth 4.2, WiFi ac con MIMO, NFC y 4G LTE.
- Almacenamiento: 32 ó 128 GB (WiFi); 128 GB (Celular – LTE).
- 305,7 x 220,6 x 6,9 mm / desde 713 gr.