Sony Alpha 9: reto a la fotografía profesional
La fotografía da un paso más allá con la Sony Alpha 9, una CSC dispuesta a hacerse un hueco entre los profesionales
Desde hace cuatro años, cuando la Sony Alpha 7 vio la luz, hasta la actualidad, período durante el que han ido apareciendo de forma continuada sus descendientes (la Sony Alpha 7R en 2013, las Sony Alpha 7S y Sony Alpha 7 II en 2014 y las Sony Alpha 7S II y Sony Alpha 7R II en 2015), hemos ido esperando ansiosos el cambio de generación de la CSC estrella del mercado. Y éste ha llegado con la Sony Alpha 9.
Viendo la amplia variedad de modelos que han surgido “de la costilla Alpha 7”, el sector sabía que cuando se produjera el cambio de cifra sería porque trajera de la mano cambios realmente significantes. Y así ha sido. Y no es que hiciera falta una mejora inminente, pues la saga Alpha 7 ha supuesto un enemigo a batir por las grandes marcas, debido, entre otras prestaciones a su sensor de fotograma completo, pero en su afán por superarse día a día, Sony ha dado una vuelta de tuerca con esta mirrorless profesional.
En la marca lo tienen claro, la presentan como “la cámara digital más innovadora y tecnológicamente avanzada que han creado” y es que la Sony Alpha 9 presenta capacidades impresionantes imposibles de realizar por otra mirrorless o ni tan siquiera con una réflex. Para ello, ha sido equipada con el primer sensor CMOS apilado y retroiluminado Exmor RS de fotograma completo y 24,2 MP. Por sus características, el sensor alcanza una velocidad de procesamiento hasta 20 veces más rápida que la de sus antecesoras, hito para el que también se vale del actualizado procesador BIONZ X.
Además, es capaz de moverse cómodamente por un amplio espectro de sensibilidades que abarcan desde ISO 100 a 51.200, gama ampliable a ISO 50-204.800. La combinación del sensor y el procesador produce, por otro lado, valores de gran nivel como la ráfaga de disparo con el mayor búfer del mercado, de nada menos que 20 fps (con seguimiento AF/AE continuo) y la que se traduce en un máximo de 362 imágenes JPEG o 241 raw.
Un AF de otro nivel
A la vertiginosa velocidad de ráfaga se suma un sistema de enfoque automático con detección de fases de 693 puntos AF, lo que supone la cobertura del 93% del cuadro y la captura en foco de hasta el sujeto más esquivo asegurada. Igualmente, trabaja a una velocidad de obturación electrónica máxima de 1/32.000 s, un plus más de rapidez y garantía de respuesta.
El innovador sistema de enfoque automático permite seguir movimientos erráticos y complejos con una precisión nunca vista, con capacidad para calcular el AF/AE hasta 60 veces por segundo, independientemente de la activación del obturador y la captura del fotograma. Además, al activar el obturador durante la captura de fotos, el visor electrónico funciona sin ningún espacio negro –muy útil para fotografía de acción, fauna o deportes-. Por si esto fuera poco, en la parte posterior de su estructura ha incorporado una palanca multiselectora que permite variar el punto de enfoque con un sencillo movimiento direccional.
Como novedad, incorpora diales de modo de accionamiento y de modo de enfoque independientes, además de un botón AF ON que, al pulsarse, activa directamente el enfoque automático. En cuanto a las funciones de enfoque, incorpora Registro de área de enfoque automático, la cual memoriza las áreas de enfoque utilizadas con frecuencia y las recupera a través de asignaciones a botones personalizables.
Aparte de rápida y precisa, la Sony Alpha 9 es silenciosa, pues incorpora un obturador antidistorsión totalmente silencioso, completamente electrónico y sin vibraciones. Otra de las formas que tiene esta mirrorless de suprimir la trepidación es con el estabilizador de imagen de cinco ejes de la que, con solo pulsar a medio camino el obturador, podemos comprobar su efecto.
Un cuerpo profesional “compactado”
El carácter profesional de la Sony Alpha 9 no se refleja únicamente en su interior. Su cuerpo compacto ofrece amplias capacidades mejoradas que ofrecen un estilo de manejo realmente avanzado. En primer lugar, monta un visor Tru-Finder OLED Quad-VGA de alta luminancia y alta resolución de 3686 Kp. Además, cuenta con un diseño óptico que incluye un elemento asférico de doble cara que ayuda a obtener una ampliación de 0,78X. Asimismo, en el visor electrónico se ha empleado un revestimiento ZEISS T* para reducir los reflejos y de flúor en la parte exterior para repeler la suciedad.
Desde esa ventana, o bien desde la pantalla LCD inclinable y táctil de 3” y 1440 Kp, podemos disfrutar de una fructífera grabación 4K. Al rodar en este formato, la cámara utiliza lectura de píxeles completa para recopilar 6K de información, aplicando sobremuestreo para producir metraje 4K de alta calidad. En cuanto a conectividad, ofrece un puerto Ethernet desde el que transferir las fotografías a un servidor FTP a altas velocidades, NFC y Bluetooth.
Otra de las mejoras la hallamos en la batería, de la que estrena modelo con una duración 2,2 veces mayor que la del resto de modelos FF de Sony y en la memoria, ya que suma una ranura más.
FICHA TÉCNICA
- Sensor: CMOS Full Frame apilado y retroiluminado.
- Resolución efectiva: 24,2 MP.
- Procesador: BIONZ X.
- Visor: Electrónico. Cobertura 100%. Ampliación 0,78X.
- Pantalla: LCD inclinable y táctil de 3” y 1440 Kp.
- Obturación: De 1/32.000 s a 30 s.
- Estabilizador de imagen: En cinco ejes.
- Sensibilidad: De ISO 100 a 51.200 (ampl. ISO 50-204.800).
- Disparo continuo: 20 fps.
- Formatos imagen fija: JPEG y raw.
- Formato vídeo: MPEG-4, AVCHD y H.264.
- Conectividad: Ethernet, NFC y Bluetooth.
- Dimensiones: 127x96x63 mm.
- Peso: 673 g.
Precio 5300 euros.
Más información en la web de Sony.
Texto Isabel González