¿Qué es la recarga rápida para smartphones?
Seguro que has oído hablar de smartphones con la función de recarga rápida, o que incluso tienes uno de ellos en tus manos, pero no conoces ni esta tecnología ni sus evidentes beneficios. Porque la realidad es que, más que rápida, es rapidísima.
La recarga rápida de smartphones es una tecnología que incluyen muchos terminales móviles y que es posible gracias a que se implementa en diferentes componentes: en la propia batería (esencial, como es lógico pensar) y en los procesadores, que tienen mucho que decir ya que controlan y hacen efectivo que la recarga rápida pueda ser efectiva. Como curiosidad, algunos fabricantes deciden no implementar la recarga rápida en sus terminales porque, por motivos internos (como por ejemplo, el tipo de batería que utilizan), no admiten el uso de una mayor cantidad de energía, imprescindible para que los procesos se optimicen. Los terminales compatibles con carga rápida o express necesitan un cargador compatible ya que, como hemos indicado, es necesario el uso de una mayor cantidad de energía: el voltaje de salida debe ser de 5 voltios y amperaje superior. Quick Charge, VOOC, Pump Express… Son las tecnologías de recarga rápida más populares. La clave, en todos los casos, es un chip controlador que se comunica con el terminal al que se conecta y supervisa que el proceso se realice con la eficacia debida.
¿La recarga rápida reduce la vida de la batería?
Ni reduce la vida de la batería, ni perjudica el rendimiento del teléfono, si se tiene el cuidado preciso. El problema principal es la alta temperatura que puede alcanzar el terminal mientras se realiza una recarga rápida, por lo que no es recomendable llevarla a cabo mientras llevas a cabo trabajos exigentes con él. Si puedes dejar el móvil sin uso en esos momentos, mejor que mejor. Algunos de los modelos que soportan actualmente recarga rápida con el Samsung Galaxy S7, el LG G5, el Oppo Find 7A, el Sony Xperia Z5, el HTC One A9, o el Nexus 6P, entre muchos otros.