Nikon D850: La Full Frame de las grandes cifras
La Nikon D850 es la combinación definitiva de resolución, velocidad y sensibilidad a la luz
La sucesora de la exitosa Nikon D810 se ha hecho de rogar. Tres años después –un tiempo normal, incluso corto en comparación a las líneas sucesorias de otros modelos de alta gama- llega al mercado fotográfico la Nikon D850, una de esas súper cámaras con las que todos alguna vez hemos soñado. “Afortunadamente”, la Nikon D850 es uno de esos deseos que pueden cumplirse a cambio, eso sí, del desembolso de unos contantes y sonantes 3700 euros.
Después de conocer el precio, es hora de descubrir si realmente esta réflex lo vale, pero antes de conocerla, os daremos una pista. Para bautizar a su nuevo modelo, Nikon ha dado un salto generacional de nada menos que 40 cifras en lugar de 10, que suele ser lo habitual… Así que ello vaticina que la evolución de predecesora a heredera es realmente notable. Juzguen ustedes mismos.
Viaje al centro de la Nikon D850
El corazón de la Nikon D850 es un sensor retroiluminado BSI-CMOS de formato completo (FX) y una revolucionaria resolución que ha pasado de ser 36 MP a nada menos que 45,7 MP, muy útiles para las grandes impresiones necesarias en el sector de la moda o la publicidad. Su nueva construcción de micro-lentes sin separaciones permite detalles excepcionales y un rango dinámico espectacular.
De un sensor de estas características se espera que resuelva con facilidad situaciones complicadas de iluminación. Para ello cuenta con un amplio espectro de sensibilidades que cubre un rango nativo de ISO 64 a ISO 25.600 y que puede expandirse hasta ISO 32-102.400. Con estos valores cubre sobradamente la carencia de flash pop-up –un signo que denota su carácter profesional- y que en otros modelos permite salir airoso de alguna situación complicada de iluminación.
En lo que respecta al procesador, Nikon también ha dado un paso adelante instalando el motor más moderno de la casa, el Expeed 5 y que le permite alcanzar una velocidad de disparo de nada menos que 9 fps cuando se emplea la empuñadura. Con ráfagas así, ¿habrá alguien que pueda salvarse de sus garras de depredadora fotográfica?
Adaptada al siglo XXI
Aunque la Nikon D850 se mueva en las altas esferas de la fotografía, no ha podido sucumbir ante el dominio del mundo táctil liderado por los smartphone –lo que agradecemos enormemente- incorporando esta tecnología a su pantalla TFT LCD de 3,2 pulgadas, 2359 Kp y una estructura totalmente abatible. Esta función capacitiva acorta en consideración el tiempo de enfoque (para lo que se vale de nada menos que 153 puntos AF, 102 más que su predecesora, y con una sensibilidad de hasta -4EV en el punto central) y de disparo, por lo que se multiplican, aún más si cabe, las posibilidades de capturar el momento perfecto. Para los más tradicionales, también dispone de un visor óptico con una cobertura del 100% y una ampliación de 0,75X.
La Nikon D850 tampoco ha podido resistirse a incorporar todo tipo de formas de conectividad, pues es la ley del “crea y comparte al instante” la que impera en el mundo fotográfico actual. Por ello, incorpora conexiones Wi-Fi, NFC y Bluetooth, bien para manejar la cámara de forma remota, bien para compartir nuestras creaciones al instante. Mirándolo desde el prisma profesional, estas tecnologías son muy útiles para enviar a las redacciones o agencias publicitarias las imágenes captadas en ese mismo momento, ya sea para aligerar las horas de trabajo o para incorporarlas a una información de última hora.
Salto al mundo 8K
Un sensor de estas características no puede sino llegar todo lo lejos que podamos imaginar. Gracias a él, la Nikon D850 es capaz de grabar espectaculares vídeos 4K de fotograma completo 30/25/24p sin limitaciones de factores de recorte. Asimismo, los amantes del Time Lapse podrán aprovechar los 45,7 MP efectivos para crear sorprendentes vídeos en 8K. Y, además, podrán hacerlo en cualquier tipo de ambiente, pues el cuerpo la Nikon D850 está sellada para resistir las inclemencias meteorológicas y la suciedad, y dispone de la misma iluminación de botones que la Nikon D5, por lo que la humedad, la suciedad o la falta de luz no serán más un impedimento para disfrutar de la fotografía.
Llegados a este punto, los más ávidos os habréis preguntado, ¿qué hay en cuanto a memoria? ¿Será capaz de registrar archivos pesados de nada menos que 8K? Pues la respuesta no puede ser más que afirmativa, pues dispone de una doble ranura para tarjetas que permite el uso de una tarjeta UHS-II y una tarjeta XQD, la combinación actual más rápida posible. Igualmente, y para los que no precisen de imágenes de gran tamaño, la Nikon D850 flexibiliza la captura de archivos raw, pudiendo captar imágenes Grandes (45,4 MP), Medianas (25,6 MP) o Pequeñas (11,4 MP), siendo los dos últimos tamaños de 12 bits sin pérdidas. En cuanto a energía, cuenta con una vida por carga estimada de 1840 disparos. Por todas estas características, es la cámara ideal para los fotógrafos profesionales de naturaleza, deportes, eventos sociales, moda, publicidad o cine que busquen ser el número uno en su trabajo.
FICHA TÉCNICA
- Sensor: BSI-CMOS FX (35,9×23,9 mm)
- Resolución efectiva: 45,7 MP.
- Procesador: Expeed 5.
- Visor: Óptico. Cobertura 100%. Ampliación 0,75X.
- Pantalla: TFT LCD táctil y abatible de 3,2X. 2359 Kp.
- Obturación: De 1/8000 s a 30 s.
- Estabilizador de imagen: No.
- Sensibilidad: De ISO 64 a ISO 25.600. Ampliable a ISO 32-102.400.
- Disparo continuo: Hasta 9 fps.
- Flash: No.
- Formatos imagen fija: JPEG, raw (NEF) y TIFF.
- Formato vídeo: MPEG-4.
- Conectividad: Wi-Fi, NFC y Bluetooth.
- Dimensiones: 146x124x79 mm.
- Peso: 1005 g.
Precio solo cuerpo: 3699 euros.
Más información en la web de Nikon.
Texto Isabel González