Cómo lograr imágenes panorámicas perfectas
Si quieres conseguir que tus imágenes panorámicas sean espectaculares, sigue estos prácticos consejos
Este tipo de fotografías, mediante las cuales se intenta abarcar una amplia perspectiva de un paisaje, ha vivido una fuerte implantación con el nacimiento de la era digital. No en vano, dejando a un lado los smartphones, cada vez hay más cámaras que incorporan un modo específico para capturar imágenes panorámicas.
Sin embargo, muchos de nosotros aún nos vemos obligados a recurrir al método tradicional de “coser” o fundir varias tomas que se han realizado de una misma escena. Esta tarea ya no resulta tan complicada gracias a que muchos programas de edición de imágenes -como Photoshop- incluyen esta opción, facilitando y automatizando de forma eficiente dicha labor.
Pero no nos confiemos, aunque el software moderno sea de gran ayuda para la realización de imágenes panorámicas, debemos cuidar los siguientes aspectos si deseamos obtener resultados satisfactorios:
Composición
Una panorámica no es simplemente una imagen que abarca más elementos de un paisaje majestuoso. También debe respetar en lo posible las reglas de composición; tenemos que identificar un motivo principal sin colocarlo en el centro geométrico de la escena y seguir la ya consabida regla de los tercios.
Asimismo, resulta interesante conferir mayor profundidad a la escena apoyándonos en líneas visuales que ayuden a dirigir la mirada del espectador. En un paisaje, caminos, ríos o vallas pueden servirnos con este propósito. La presencia de nubes también constituye una apuesta interesante con respecto a los cielos absolutamente despejados.
Distancia focal
Aunque los programas de cosido digital ya incorporan algoritmos para corregir deformaciones ópticas, deberemos minimizar éstas en el momento de la toma. Una focal normal de 50 mm o un pequeño tele serán siempre mejor opción que un gran angular extremo para la realización de la serie.
Ajustes manuales
Para facilitar la máxima homogeneidad entre toma y toma, hay que recurrir a la opción manual en todos los parámetros, desde el enfoque a la exposición. En el caso del enfoque (manual), debemos realizarlo teniendo en cuenta la posible presencia de elementos en primer plano y la profundidad de campo ofrecida por la óptica utilizada.
Empleando un diafragma de f/8 o f/11 con un objetivo de 50 mm, podremos garantizarnos la nitidez absoluta de casi todos los planos con un enfoque fijo de unos 7 m aprovechando la idea de la hiperfocal. Tanto ese diafragma escogido como la velocidad de obturación correspondiente dictada por el exposímetro, deben ser idénticos en todas las fotografías de la serie pare evitar saltos de luminosidad entre una toma y otra.
Balance de blancos
Con el fin de evitar también la aparición de tonalidades discordantes a la hora de componer las imágenes panorámicas, debemos optar por un balance de blancos manual e idéntico en todas las fotografías individuales. Para ello, emplearemos el balance de blancos “personalizado” de nuestra cámara y nos serviremos si es necesario de la ayuda de un papel blanco que nos permita definir el color “neutro”.
Una a una
Si vamos a realizar una panorámica horizontal, la mejor opción es disparar las tomas individuales en formato vertical. Ello nos proporcionará una mayor superficie útil y nos facilitará la tarea de cosido y recortes de postproducción. Es cierto que también supondrá un mayor número de disparos, pero el resultado merecerá la pena. Recordemos igualmente que aproximadamente un tercio de la superficie de cada fotografía debe servirnos para solaparnos con la siguiente toma.
Estabilidad
La utilización de un trípode de rótula nos permitirá realizar un desplazamiento suave entre cada imagen. Con él, también evitaremos las fotografías borrosas por trepidación y los movimientos verticales demasiado grandes. Si no tenemos más remedio que disparar a pulso, es fundamental mantener la cámara al mismo nivel y realizar el giro suavemente sobre uno de los talones.
Sujetos estáticos
Finalmente, a la hora de capturar imágenes panorámicas, es recomendable evitar los elementos en movimiento, dado que, al tratarse de múltiples fotos, pueden provocar la aparición de los clásicos “fantasmas” u objetos repetidos.
Texto BENITO R. MALLOL