Cómo hacer fotos perfectas de animales
Seguro que consideras a tu mascota como uno más de la familia, por eso conseguir un buen retrato suyo produce siempre una gran satisfacción. A continuación, te acercamos las claves para que logres fotos perfectas de animales, ya sea de los tuyos o de los del vecino.
Texto DANIEL SANTOS
Lograr fotos perfectas de animales, incluso cuando se trata de ejemplares domésticos con los que convives a diario, supone un auténtico reto. Es muy probable que ya hayas intentado retratar a tu mascota con resultados no excesivamente satisfactorios. Para un fotógrafo resulta algo frustrante no conseguir una toma excelente de los animales que conviven a su alrededor, pero con la técnica adecuada las tornas cambian. No en vano, la fotografía de animales es tan popular que ha llegado incluso a convertirse en una disciplina en sí misma y actualmente muchos fotógrafos se dedican profesionalmente a ello.
¡Mira al pajarito!
El primer reto al que te enfrentas, y que resulta totalmente ajeno a tus cualidades fotográficas, es lograr una buena pose de tu modelo animal. A diferencia de los humanos, aquí la comunicación es muy limitada y, aunque puedes optar por realizar una foto casual, los mejores retratos se logran cuando tu animal de compañía mira a la cámara.
Si es muy esquivo puedes atraerle con algo de comida o alguna otra argucia (como algún juguete o algo en movimiento) hasta el lugar que hayas escogido como fondo –usando criterios de luz y estética-. Normalmente, los gatos reaccionan muy bien a cuerdas u objetos oscilantes en movimiento; los perros, a pelotas, piedras y huesos lanzados; y con otro tipo de especies como tortugas o iguanas… Casi basta con que las coloques en el lugar deseado.
Una vez tengas a tu modelo en la localización deseada, llama su atención para que mire a cámara silbando o haciendo movimientos rápidos con los dedos índice y anular de la mano contraria a la que sujetas la cámara. Esto te obliga a sostener la cámara con una sola mano -perdiendo estabilidad- y a ser disparar al instante, por lo que conviene utilizar velocidades de obturación relativamente rápidas. En el caso de los pájaros puedes silbar para que te hagan algo de caso, pero tendrás que armarte de paciencia hasta conseguir su mejor perfil -en este caso, aconsejamos una foto lateral-.
No desesperes si no consigues una buena foto en el primer intento, sigue insistiendo; la fotografía de fauna, tanto de animales salvajes como domésticos, requiere de grandes dosis de paciencia y resistencia a la frustración. Contar con un ayudante o con el dueño de la mascota –si no eres tú- ayuda a incrementar las probabilidades de éxito. Trata de primar la variedad y fotografía a tu mascota en gran variedad de posiciones y momentos. Las tomas mientras come y duerme son más sencillas y te devuelven escenas muy agradables.
Una animalada de retrato
La primera foto que debes conseguir es un buen retrato, bien un primer plano o uno de cuerpo entero, y si es posible los dos. En primer lugar, logra captar su atención como hemos indicado y después trata de desenfocar el fondo utilizando un diafragma muy abierto. Recuerda que cuanto mayor distancia haya de tu sujeto al fondo y mayor distancia focal utilices, más fácil es obtener un buen bokeh en tu foto. Otra ventaja de abrir el diafragma a tope es que te permite utilizar velocidades de obturación muy rápidas, que resultan muy convenientes para congelar a un modelo en movimiento.
Aunque lo llamemos retrato, no deja de ser fotografía de fauna, así que lo más aconsejable es que utilices el modo de Prioridad a la Apertura (que te permite ser mucho más rápido), abras el diafragma a tope y subas el ISO en torno a 400. En este caso, es mejor que el punto de enfoque sea central y el modo de autoenfoque sencillo, de manera que controles totalmente la composición de la foto y el enfoque. No olvides enfocar siempre al ojo, sea cual sea la profundidad de campo que vayas a utilizar.
Respecto a la óptica, conviene emplear una alrededor de 50 mm o un tele corto para que no huyan de ti. Cuando se trate de especies muy pequeñas, como tortugas de florida o ratones, hay que usar una lente macro para captar esos primeros planos de detalle de la cabeza. Sé paciente con las tortugas, ya que la esconden al ver un objeto cercano y dales tiempo a que se habitúen y la vuelvan a sacar para explorar mundo. A los ratones, hámsters, cobayas…, hay que colocarles algo de comida, así que trata de que ésta no salga en la foto o simplemente intégrala de manera estética en la composición.
Un, dos, tres… ¡Acción!
Otras situaciones comunes, especialmente cuandohablamos de perros, gatos y caballos, son las fotos de acción, donde tendrás que congelar su rápido movimiento. Si no dispones de tu propia mascota puedes acudir a algún concurso, donde los entrenadores muestran las habilidades en movimiento de caballos y perros. Los gatos, tanto domésticos como callejeros, también proporcionan innumerables situaciones fotogénicas: saltando entre tejados, de un mueble a otro, cazando insectos… Con la ayuda de otra persona también puedes motivar a tu can para que se mueva en exteriores lanzándole un frisbi o un palo.
Conviene emplear un teleobjetivo zoom para este propósito con focales comprendidas entre los 70 y los 300 mm, aunque un rango de tipo 100 a 200 mm resulta más que suficiente. De nuevo utiliza el modo Prioridad a la Apertura de tu cámara para ser mucho más rápido, abre el diafragma a tope, emplea un ISO entre 400 y 800 (dependiendo del comportamiento del ruido de tu cámara) para conseguir velocidades de obturación más rápidas.
También es aconsejable seleccionar el modo de enfoque continuo (servo en Canon) para seguir al sujeto en movimiento, con un punto de enfoque automático, y disparar en ráfaga para maximizar tus probabilidades de éxito. Trata de utilizar una tarjeta rápida (clase 10, de 30 MB/s o superior) para que esta no limite la rapidez de disparo en ráfaga de tu cámara.
Consejos de procesado
Como en cualquier otra disciplina fotográfica, dedicarle un poco de tiempo a la edición de tus fotos en el ordenador te ayuda a convertir una imagen muy buena en excelente. En el caso de las mascotas, céntrate en los ojos y aplica un pincel corrector o un procesado por zonas aumentando un poco la exposición, claridad y saturación, para conseguir una mirada llena de vida y fuerza. Para esto es imprescindible que hayas enfocado a los ojos durante la toma, el procesado es una ayuda, pero no hace milagros.
Aumenta el contraste de la toma en general y aplica un poco de claridad. Muévete con las altas luces y las sombras para rescatar textura en las zonas más oscuras o bajar esos excesos de iluminación. Esto resulta especialmente interesante en pelajes que combinan negros y blancos, donde el exposímetro de tu cámara tiene que decantarse por una opción intermedia que no es muy conveniente para ese contraste tan acusado.
Si a pesar de haber abierto mucho el diafragma no conseguiste un fondo tan desenfocado como querías, haz un procesado por zonas y réstale claridad y enfoque. Sube un poco la saturación, sin pasarte, para aumentar la viveza de los colores y concluye aplicando una máscara de enfoque. También puedes realizar procesados en blanco y negro y aplicar viñeteados cuando consideres que resultan favorecedores.