Fotografiar en el metro: ¡Cámaras al tren!
Fotografiar en el metro es más que pasar una apasionante jornada entre andenes, viajeros y vagones
El Metro está lleno de historias, y momentos sorprendentes. Carreras por alcanzar un vagón, gestos en el andén, de luces y sombras, miles de ocasiones que nos invitan a fotografiar en el Metro…. Es como estar en otro mundo, en el que nosotros, como fotógrafos, podemos desarrollar nuestra creatividad de múltiples maneras.
Fotografiar en el Metro supone un verdadero un reto técnico. Al existir menos luz que en superficie estamos más constreñidos sobre los valores a usar. Hay que decir que las lentes con estabilizador de imagen son muy útiles y que si contamos con objetivos luminosos, el campo de variables es mayor; sino, la solución es aumentar el ISO, con el consiguiente ruido. Para rebajar en lo posible el problema del movimiento podemos exagerarlo (por ejemplo, con un barrido). También, obviamente, disparar cuando no lo hay o, como último recurso, buscar ángulos que minimicen su efecto. Por supuesto, es imprescindible un trípode robusto, pero ligero. Además, debes tener en cuenta estos puntos:
1- Seleccionar el enfoque
En general, el lugar donde decidamos enfocar va a determinar en la fotografía la zona que tiene el protagonismo. Sin embargo, en algunas ocasiones y, aunque pueda parecer contradictorio, es posible utilizar el enfoque para enfatizar y dirigir la atención del observador hacia la zona desenfocada de la toma.
2- El detalle
Además de las personas, los vagones, las escaleras…, todo con su movimiento casi incesante, también existen las pausas donde podemos fotografiar en el metro de manera tan sencilla y objetiva como, por ejemplo, con una persona detenida en un andén, o buscar una manera más simbólica e interesante. ¿Y qué tal para conseguirlo que las ruedas de un vagón detenido en el andén para hacernos imaginar el momento antes de ponerse en marcha hacia otra estación?
3- Aparente simetría
Cuando hablamos de composición fotográfica, algunas normas clásicas nos instan a que utilicemos la simetría; sin embargo, es bastante interesante romper con las reglas para crear de este modo cierta tensión en la imagen.
4- La gente
Para fotografiar en el Metro son imprescindibles las tomas interiores de vagones. Podemos hacerlas con o sin gente, centrarnos en un personaje o mostrar un grupo. En cualquier caso, tenemos la ventaja de que, a pesar del propio movimiento del metro, las personas suelen estar quietas, así que podemos trabajar con un ISO menor o/y velocidades más altas.
5- Dejar correr
El movimiento es el gran problema a solventar al fotografiar en el Metro, pero a la vez resulta uno de sus mayores atractivos si sabemos cómo aprovecharlo. La tendencia más habitual es aumentar la velocidad para congelarlo. Si no, en ocasiones nos decidimos por mover la cámara y realizar de este modo determinado efecto, como el zoom. No obstante, una tercera opción -menos practicada- es complementar movimiento e imagen fija (normalmente el fondo, que sirve como telón sobre el que “pasa” el movimiento).
6- Una metáfora
Una de las reglas clásicas en fotografía invita a eliminar todo lo innecesario, para señalar al protagonista de la imagen. Esta supresión de elementos es lo que facilita la lectura de la toma. Podemos incluir varios elementos y realzar a los que nos interesen a través del enfoque, el encuadre, etc… O bien un solo sujeto.
7- Casi suena
No todo es movimiento al fotografiar en el Metro, existen instantes en los que el tiempo parece detenerse y que interesa reflejar porque también forman parte de la vida cotidiana en el Metro. Y los músicos pueden ayudarnos a reflejarlos.
8- Líneas de fuga
Cuando incluimos líneas en diferentes direcciones, debemos cuidar que no se molesten entre sí. Además, es útil dejar claro cuáles son las conductoras, las que dirigen la vista del espectador, aunque esto no siempre es necesario porque en ocasiones será todo el conjunto el que da sentido a la imagen.
9- El contraluz
Debido al tipo de iluminación bastante homogénea existente en la red de Metro, tenemos pocas posibilidades de realizar contraluces. En Madrid, si exceptuamos los tramos que salen a superficie o la estación Príncipe Pío, que cuenta con grandes ventanales, es técnicamente imposible. Sin embargo, en un reportaje debemos pensar todas las posibilidades, incluidos los exteriores, por lo que hay que aprovechar también las bocas de entrada.
10- Estructuras y materiales
En un reportaje así debemos incluir tanto tomas generales como las de detalles, en las que podemos realzar bien las formas bien las texturas y los materiales. Otra cuestión es que podemos obviar el ambiente, centrándonos únicamente en el motivo, o mostrar elementos que ayuden a situar al protagonista de la toma.
Texto José Luis Rodríguez