Fotografiar deportes: Las claves para ser un campeón
Para ser medallista en lo que a fotografiar deportes se refiere, no debes perder de vista estos consejos
Fotografiar deportes es, a priori, una de las disciplinas más complicadas. No obstante, siguiendo estos puntos básicos y, sobre todo, con mucha práctica llegarás a convertirte en todo un experto en la materia.
Las claves para conseguir buenas fotografías de eventos deportivos son relativamente pocas en número. Una de ellas, quizás la principal, es contar con una óptica adecuada. Aquí está justificado apostar por el equipamiento más caro y pesado, ya que nos permite disparar desde cualquier parte de un nutrido estadio, por poner un ejemplo, y conseguir perfectos primeros o medios planos de los jugadores. Decimos en “muchas ocasiones” y no en todas porque las cámaras actuales nos permiten fijar ajustes altos de los niveles ISO, lo que conlleva que podamos conformarnos con ópticas no muy luminosas como f/4.
La mejor inversión
Si nuestra economía nos lo permite, una buena compra son objetivos de 300 o 400 mm, si no, un zoom de 70 a 200 mm. Respecto a la luminosidad, lo mejor es un f/2.8 o, en segundo lugar, f/4, rechazando ya las de f/5.6 o superiores.
Por otro lado, las mejores lentes suelen son las mayores y más pesadas. Igualmente, para fotografiar deportes es bueno decantarnos por ópticas que han resistido el paso del tiempo. Es una razón de peso que marcas como Canon o Nikon no apuesten por cambios de sus líneas de objetivos con frecuencia. Hay que tener en cuenta que una inversión en objetivos tiene una vida útil mayor que la de un cuerpo de una DSLR, pudiendo llegar a los 10 años o más si se trata y mantiene correctamente.
ISO alta
Tratar de congelar la acción al fotografiar deportes en condiciones de luz no óptimas tiene una respuesta inmediata: aumentar la sensibilidad ISO de forma que podamos utilizar una velocidad de obturación mayor y conseguir una perfecta imagen estática de la acción.
Los fotógrafos profesionales deportivos utilizan una velocidad de obturación de alrededor de 1/1000 s para detener el movimiento. Con luz diurna es sencillo, por la noche el fotómetro de la cámara nos pide una apertura que puede que no posea el objetivo en cuestión. Es el momento de escoger una sensibilidad más alta, lo que permite que la cámara “vea” con menos luz disponible.
Con cámaras de gama alta como la Nikon D500 o Canon 5D Mark IV pueden utilizarse sensibilidades altas sin que se aprecien pérdidas notables de calidad. En el pasado, las subidas de ISO significaban automáticamente un incremento de ruido digital, lo que se ha mejorado notablemente en los sistemas más modernos, obteniéndose calidades aceptables en casi todos los niveles de sensibilidad.
Otra opción es activar la sensibilidad automática, encargándose entonces la cámara de escoger por nosotros la sensibilidad. La singular característica de esta opción frente a la manual es que la selección de valores de sensibilidad se permite con valores intermedios. Es, por consiguiente, una opción interesante si nos consideramos algo novatos en el control a fondo de la sensibilidad.
Buscar la originalidad
Como decíamos, fotografiar deportes no es una especialidad particularmente sencilla. Hay que tener las ideas claras de lo que estamos buscando, contar con suficiente experiencia y conocimiento en el deporte que escojamos y, sobre todo, intentar ser originales en las tomas. Para esto último podemos probar algunas de estas ideas:
- Buscar ángulos inéditos y utilizando el gran angular.
- Captar las emociones de los jugadores o participantes en el evento deportivo en cuestión.
- No olvidarnos del público. Las aficiones son fuente de colorido y expresiones de enorme plasticidad.
Texto Benito R. Mallol