Cómo fotografiar la ciudad. Todas las claves
SUPER FOTO DIGITAL
Para aprender a sacar partido fotográfico a nuestra ciudad y a otras que visitemos, debemos tener en cuenta todos los elementos clave que existen a nuestro alrededor para lograr un buen reportaje. Los edificios, las diferentes situaciones y los viandantes, se convierten en los protagonistas para reflejar la forma vida de en la ciudad.
Arquitectura y paisaje urbano
Una parte esencial de las ciudades son los edificios y plazas que configuran su identidad. Para realizar un reportaje completo nos aseguramos de incluir un buen número de estos lugares emblemáticos. Es importante que busquemos puntos de vista diferentes o tratemos de lograr una composición más personal, ya que estos focos de interés son a menudo blanco de un gran número de instantáneas y postales muy parecidas entre sí, diferenciarlas es un valor añadido en fotografía de viaje. Emplear un trípode y realizar tomas nocturnas puede ayudarnos en esta tarea, la iluminación de las construcciones junto a la estela de los faros de los coches también es una interesante opción creativa. No debe preocuparnos si en las largas exposiciones las luces de farolas o los carteles luminosos se sobrexponen siempre que compositivamente nos favorezcan y no ocupe demasiado espacio en el encuadre. Con un diafragma muy cerrado conseguimos que la luz de una farola tenga forma de estrella, disparando, en cambio, con aberturas mayores obtenemos un contorno más circular.
Una buena manera de lograr otros puntos de vista es agacharnos y realizar planos picados jugando con la perspectiva. Los paisajes urbanos tomados con grandes angulares y aprovechando las líneas de fuga nos proporcionan también muy buen resultado. Al fotografiar edificios debemos huir de los enclaves obvios y situarnos en localizaciones de poco tránsito. Las medianas de las grandes calles o el interior de las rotondas suelen ser buenos emplazamientos, aunque si decidimos acceder a ellas tenemos que asegurarnos de que no corremos ningún peligro; en caso contrario, debemos buscar otro ángulo de toma.
Otra forma de lograr imágenes interesantes y con un alto valor documental es prestar atención a ciertos elementos arquitectónicos como estatuas, capiteles o ventanas. Trabajar desde lugares altos nos ayuda a lograr vistas aéreas y perspectivas muy gratificantes. En algunas ocasiones, podemos acceder a la azotea de algún edificio y, en otras, aprovechamos el panorama que nos ofrecen los puentes y pasos de peatones elevados.
Es importante buscar nuevos puntos de vista y encuadres cuando se fotografían edificios emblemáticos
Gente y situaciones
La verdadera esencia de una ciudad son las personas que la habitan y eso es lo que buscamos reflejar cuando enfrentamos un reportaje urbano. Para que nuestras fotos sean impactantes y describan lo que sucede en el entorno debemos buscar siempre escenas en las que ocurra algo, por eso la paciencia en la espera y la rapidez en la realización de la toma deben ir de la mano. Capturar gente de manera espontánea no es sencillo, pero siguiendo unas sencillas pautas nos resultará más fácil:
-Mimetizarnos con el entorno: Una vez escogido el encuadre, debemos permanecer en el mismo sitio realizando fotos de las escenas protagonizadas por diferentes transeúntes, para luego quedarnos con la mejor de la serie. Esta técnica tiene la ventaja de que somos nosotros quienes estamos primero en el lugar y eso no levantará susceptibilidades; muy diferente sería seguir a alguien con la cámara. Si hemos acertado con la elección de nuestro emplazamiento y somos suficientemente pacientes, lograremos resultados muy interesantes. Usar un trípode y un cable disparador nos proporciona, también, cierta mesura, ya que podemos disparar nuestra cámara de manera más discreta.
-Utilizar un tele corto: Muchas veces las escenas que finalmente nos cautivan no se producen desde donde las esperamos, pero podemos verlas cerca de donde nos encontramos. Para estos casos, un teleobjetivo entre 90 y 200 mm nos resulta muy útil. Por otro lado, el disparo en ráfaga puede ser también una buena opción para no perder detalle.
-Pedir permiso: Preguntar y fotografiar escenas es incompatible con una imagen, pero en muchos casos los retratos y primeros planos de personas nos resultan esenciales para dotar de un carácter más humano a nuestro reportaje. Si hablamos un poco con quien queremos retratar y le explicamos nuestras intenciones, la probabilidad de que nos conceda permiso es muy elevada.
El tráfico y los peatones son dos elementos muy fotogénicos que nos ayudan a completar un buen documental
Tráfico, peatones y movimiento
Los coches y el ir y venir de los peatones son dos elementos muy fotogénicos que nos ayudan a completar un buen documental. La fluidez del tráfico o la marea de los transeúntes al desplazarse conforman efectos creativos que pueden mejorar la imagen. Cuando recurrimos al movimiento es importante que los objetos estáticos estén perfectamente nítidos en la toma. Cargar con un trípode no siempre es agradable, pero la comodidad es otra de las concesiones que debemos hacer para lograr mejores fotografías. De noche es más sencillo lograr velocidades de obturación suficientemente lentas como para registrar el desplazamiento, durante el día nos ayudamos de diafragmas muy cerrados, un ISO bajo y de un filtro gris de densidad neutra si es necesario. La técnica del barrido también es un buen complemento para nuestra crónica: bicicletas, motos, coches, taxis, autobuses o patinadores pueden dar muy buen resultado. Este sistema consiste en seguir el recorrido del vehículo con la cámara mientras disparamos con una obturación lenta, dependiendo de la rapidez con la que circule el vehículo disparar entre 1/20 y 1/90 s. pueden ser velocidades orientativas. Si no estamos habituados a realizar barridos, cogerle el punto nos costará muchos intentos, pero los resultados merecen la pena.
Aprovechar los eventos
Las grandes ciudades son un escenario continuo de estrenos culturales, manifestaciones, festividades o actividades conmemorativas. Conocer la agenda de la ciudad que vamos a fotografiar nos ayudará a programar con cierta antelación los trabajos que queremos. En muchas ocasiones, nos encontramos estos acontecimientos mientras recorremos las calles. Aunque para obtener mejores resultados es aconsejable realizar salidas cuyo objetivo único sea el propósito fotográfico, llevando siempre la cámara encima evitaremos perder oportunidades.
Disparando con un diafragma muy cerrado conseguimos que la luz de una farola tenga forma de estrella
Equipo recomendado
En fotografía de reportaje el equipo depende en gran medida del estilo propio de cada autor, aunque para trabajar en ciudad es recomendable que utilicemos un objetivo angular, preferiblemente zoom. Las distancias focales cortas nos permiten incluir en la escena edificios completos y realizar paisajes urbanos. Asimismo, capturar con focales por debajo de los 50 mm nos ayuda a reproducir mayor parte de un paisaje sin renunciar a tener elementos en primer plano. Los zoom proporcionan una mayor rapidez de movimientos a la hora de replantear una foto y eso las hace muy recomendables.
Una vez elegido un encuadre, si estamos esperando a que suceda algo, podemos utilizar lentes fijas más luminosas con diafragmas muy abiertos para minimizar la profundidad de campo y despegar al sujeto del fondo. Los objetivos entre 35 y 50 mm pueden resultar muy útiles en este caso. Los teles entre 90 y 200 mm son un complemento muy útil (especialmente si son zoom) para plasmar con mayor discreción y aislar elementos arquitectónicos. Un trípode, cable disparador y, ocasionalmente, un filtro gris de densidad neutra nos ayudan a fotografiar el movimiento de la urbe. Una mochila o una bolsa de correa cruzada son necesarias para cargar el equipo que no debe ser excesivo. En ciudad es conveniente llevar el equipo encima y vigilado; pero sin que esto se convierta en una obsesión.