Purificación del aire en casa y la oficina: sus claves
Una de las huellas que el COVID-19 va a dejar en la sociedad es la presencia habitual de purificadores de aire en las casas y centros laborales.
Las sucesivas olas de contagios COVID y su capacidad de propagación están provocando un mayor grado de concienciación, especialmente por parte de las empresas, en materia preventiva. A pesar de ello, aún un 30% de las empresas españolas no ha tomado medida para mejorar la calidad del aire en sus instalaciones, según los datos de un estudio llevado a cabo por Fellowes.
Y es que la preocupación que tienen muchos trabajadores que desarrollan su labor en espacios cerrados como oficinas y despachos es creciente, hasta el punto de que el 78% de los trabajadores considera imprescindible poder contar con sistemas de regeneración y limpieza del aire, además de ventilar.
Impurezas y aerosoles
Aunque ya está incorporada en los planes de prevención de riesgos de prácticamente todas las empresas españolas, la calidad del aire no solo se mide ya por la cantidad de dióxido de carbono sino también por otras impurezas en forma de partículas o aerosoles que pueden resultar nocivas para la salud de las personas.
Es por ello que, además de controlar que no se supera el límite recomendado de 2.000-3.000 partes por millón (ppm) en el interior de oficinas, escuelas y otros edificios de servicio, es necesario también disponer de información suficiente sobre la calidad general del aire.
Más productividad
En el informe elaborado por Fellowes también se recoge el hecho de que el 76% de los trabajadores consultados encuentra muy satisfactorio respirar un aire más limpio y saludable en su espacio de trabajo. Pero el dato más abrumador es que un 89% reconoce que son más productivos si trabaja en condiciones ambientales saludables en su oficina, ya que se encuentran satisfechos y sin preocupaciones especialmente en época de pandemia.
Ayudas estatales
Finalmente, hay que destacar que la comunidad científica con sus investigaciones ha demostrado que la ventilación y la filtración del aire resulta clave para mitigar la propagación en interiores de enfermedades infecciosas transmitidas por este medio como, pero no solo, el COVID19. Aunque hay gobiernos como el de Alemania que dotan de fondos para mejorar esta situación de ventilación en edificios y oficinas públicas, en España aún no hay partidas de ayuda en este sentido. El gasto medio de una PYME en soluciones para limpiar y purificar el aire en España ronda los 1.000 euros.
Espacios de trabajo seguros
Cuando pensábamos que los riesgos en el puesto de trabajo estaban basados principalmente en aspectos posturales y ergonómicos, que lo siguen siendo, una nueva variable se ha incorporado a este listado de circunstancias que hay que poner en valor en el análisis del entorno laboral. Contar con un equipo que permita regenerar y limpiar el aire es algo fundamental para que, en combinación con la ventilación natural, convierta en seguro el espacio de trabajo.
¿Por qué el nivel de CO2 no es la única forma de medir la calidad del aire?
Un medidor de CO2 sirve para medir el dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, el gas que procede de la respiración de los seres vivos, de la quema de combustibles y de la fabricación de materiales de construcción, principalmente. Este dispositivo, aunque esté autorizado por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios para cuantificar el caudal de aire exterior de ventilación y mide la concentración de CO2 en interior, no es suficiente. Existen otros parámetros más que necesarios para saber si el aire que se respira es de calidad o no, aunque es indudable que también es necesario conocer el nivel de concentración de CO2.
Como hemos indicado antes, entra en juego un escenario en el que la higiene del aire es esencial por el factor de la carga vírica. Una vez reconocido el potencial significativo de exposición por inhalación a virus en micro gotas de transmisión por el aire a distancias cortas y medianas, mitigar esa vía de transmisión es tan esencial como regular el nivel de CO2 en interiores.
Un medidor de CO2 es un avisador de un único parámetro de calidad del aire, pero con él no se puede monitorizar la carga vírica del ambiente y tampoco puede variar el nivel de contaminantes porque se incremente el nivel de ocupación del espacio que se pretende proteger. Esta es una de las principales razones por las que Colegios, Restaurantes y otros lugares cerrados donde conviven varias personas consideran deficiente utilizar únicamente un medidor de CO2, ya que necesitan un dispositivo que purifique, higienice y renueve el aire en base al nivel de calidad que tenga.
¿Qué se necesita para respirar tranquilos en entornos cerrados?
La mejor alternativa es la de combinar de forma efectiva medidores de CO2 con purificadores de aire. La ventilación natural abriendo puertas y ventanas junto con la instalación de sistemas de purificación de aire con filtros HEPA bien dimensionados y ubicados, permiten mantener los parámetros de renovación del aire en 12,5 litros por segundo y ocupante. Aunque el dato de concentración de CO2 es una medida indirecta para estimar la cantidad de aerosoles presentes, esta medida puede contener muchos errores sobre los aerosoles cuando existe CO2 procedente de otras fuentes ajenas a la respiración, tales como la combustión procedente de una cocina, por ejemplo. En cualquier caso, para garantizar unos niveles mínimos de confort térmico y una correcta eficiencia energética en la climatización de edificios, es imprescindible contar con equipos de higienización del aire interior al objeto de que la renovación no impida la correcta climatización.
El dióxido de carbono es perjudicial para la salud y es necesario contar con los dispositivos que permiten medir sus niveles. Pero no es menos cierto que un control total sobre la calidad del aire y su composición, heterogénea al tratarse de alérgenos, virus o materia particulada, hace necesario complementarlo con sistemas de purificación que, además de medir otros parámetros, renuevan e higienizan el aire que se respira.
¿Cómo funciona un purificador?
Tomamos como ejemplo el Aeramax PRO, un purificador que cumple todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, con recambios de filtros HEPA de alta eficiencia homologados y certificados. Los filtros True HEPA capturan el 99,97% de las partículas en el aire tan pequeñas como 0,3 micras. Esto implica que tanto las bacterias como los virus, alérgenos y otras sustancias quedan atrapadas en dichos filtros sin poner en riesgo a las personas que se encuentren en el interior del espacio en el que se instale el dispositivo. Y también, por supuesto, reduce la intensidad de los malos olores de forma notable. Los purificadores Aeramax PRO ofrecen un rendimiento en cuatro pasos, donde un pre-filtro captura partículas más grandes y contaminantes ayudando a la protección de los otros filtros que contiene el dispositivo.
El segundo paso sirve para la filtración de carbono activo absorbiendo los olores y otros compuestos orgánicos volátiles y deja al paso 3 que el filtro True HEPA capture el 99,97% de todas esa partículas más pequeñas y presentes en el aire. Además, con el tratamiento antimicrobiano reduce notablemente el desarrollo de bacterias y hongos en el filtro. Finalmente, en el último paso, el ionizador bipolar PlasmaTrue mejora la eficiencia de captura del filtro de partículas.
¿Dónde instalar el purificador?
La recomendación en cuanto a la instalación de los purificadores pasa por el montaje en pared, ya que en alto no van a tener problemas de objetos que impidan la absorción del aire para su limpieza. Pero lo más importante es que las partículas de virus en forma de aerosol están suspendidas en el aire, de ahí que la instalación en altura favorezca su absorción.
Información ofrecida por Fellowes