Las 3 razones por las que se venden menos teles
La tendencia es ya una realidad. Se venden menos teles que en años precedentes. Y eso a pesar de que las mejoras tecnológicas en los televisores de las mejores marcas no dejan de incorporarse a los modelos más recientes. Entonces, ¿por qué ocurre este fenómeno? Te lo explicamos.
1. Se venden menos teles por… Saturación
La aparición primero de las TV de plasma y después de las LCD y las LED supuso una revolución tecnológica brutal en el mundo de los televisores. De repente, tener un aparato con ‘culo’ dejó de tener sentido, y los usuarios se lanzaron a renovar las pantallas de sus salones, cocinas o habitaciones. Las ventas de televisores mejoraron año a año, pero tanto en España, como en el resto del mundo, han vivido un reciente estancamiento y descenso. Después de que una abrumadora mayoría ya disfrute de tecnología LED/LCD es mucho más complicado persuadirla de que debe actualizar su modelo porque el último lanzamiento ofrece mejoras (generalmente muy ligeras) en cuanto a definición, brillo o viveza de los colores. Además, hay todavía pocos contenidos disponibles que puedan aprovechar todo el potencial tecnológico de los modelos más recientes. La recompensa no es lo suficientemente grande como para plantearse una compra de esa entidad mientras la tele antigua siga funcionando.
2. Se venden menos teles por… la crisis
Se suele decir que los inversores se paralizan en entornos de incertidumbre. Y es algo que se puede aplicar también a cualquier consumidor. Evidentemente, aquellos que han sufrido recortes en sus ingresos, sean como sean, mantendrán una actitud reacia ante gastos que son superfluos. Pero incluso los que hayan mantenido intactas sus cuentas son permeables al estado de ánimo colectivo. El pesimismo y las perspectivas inciertas no invitan precisamente al consumo. Tantos años de recesión o de crecimientos muy ligeros hacen que se priorice el ahorro sobre el gasto.
3. Se venden menos teles por… cambios culturales
La generación de los ‘milenials’ ha dejado de considerar esencial el consumo televisivo tradicional. Todos los estudios demuestran que el tiempo ante la TV de los jóvenes no deja de bajar, mientras se incrementa el que pasan frente a las pantallas de ordenadores, tablets o smartphones. Hasta hace nada, la televisión era el centro de la vida familiar, el lugar alrededor del que reunirse, mientras que en la actualidad las pantallas se han multiplicado, permitiendo que cada miembro de la familia vea, escuche o lea lo que quiera, y cuando quiera, sin tener que someterse a los gustos del resto. Si los jóvenes no usan la televisión, tampoco tiene sentido que inviertan su dinero en dispositivos para verla, y sí en otros más versátiles y acordes a sus gustos y necesidades actuales. Lo lógico es que la tendencia se mantenga y la bajada de ventas de televisores continúe.
La esperanza de los fabricantes
El gráfico elaborado por Sony que encabeza este artículo indica que las ventas totales de TV en España y Portugal bajan, pero que dentro de ellas, las pantallas más grandes, más caras y que dejan más margen de beneficios están subiendo. A la hora de adquirir una TV, se opta cada vez más por pantallas de gran tamaño, lo cual hace que los balances de resultados de los principales fabricantes del sector se mantengan, a pesar de que se vendan menos teles en términos totales.