Este bolígrafo de Fisher estuvo en La Luna
Fisher fabrica a mano bolígrafos que permiten la escritura bajo el agua, sobre grasa, en cualquier ángulo, boca abajo…
El Fisher Astronaut fue el primer bolígrafo en órbita, el primero en llegar a La Luna y, desde hace cincuenta años, es el instrumento básico para la recopilación de datos en el espacio para la NASA y el resto de agencias espaciales.
La compañía de Nevada lanza precisamente su edición especial 50º Aniversario; está realizada en oro y titanio, y viene acompañada de una moneda conmemorativa y un estuche lacado en oro. Un recuerdo diseñado para tan solo 500 afortunados al precio de 594 euros.
Mucho ha llovido desde aquel 1968 cuando, a bordo del Apollo 7, viajaba un instrumento fundamental que permitía a los astronautas tomar nota de todas las incidencias del viaje. La pluma retráctil presurizada, inventada por Paul Fisher, hacía posible escribir con normalidad en entornos de ingravidez. Desde entonces, la compañía norteamericana sigue fabricando bolígrafos hechos a mano que permiten la escritura incluso debajo del agua, sobre grasa, en cualquier ángulo… ¡incluso boca abajo!
Tienen una vida útil tres veces más larga que la media y son capaces de soportar temperaturas extremas o de gravedad cero. El gran avance que atesoran estos bolígrafos del espacio no tiene que ver tanto con el diseño de la pluma, sino con la tecnología incorporada al cartucho de tinta, puesto que debe ir sellado para evitar que la tinta se salga en ausencia de gravedad. El secreto reside en el diseño de un cartucho de tinta con nitrógeno presurizado, que impulsa el líquido hacia abajo sin dejar ningún vacío en su interior.
Puedes encontrar más información en su web oficial.