Así iba a ser el coche eléctrico de Dyson que fue cancelado
La compañía ha dado a conocer algunos bocetos del vehículo, dada la enorme expectación que ha suscitado.
Es bien sabido que una parte esencial del proceso de investigación es el ensayo-error, y rara vez llega a nosotros información sobre los proyectos que, por una razón u otra, no han llegado a buen puerto. En esta ocasión estamos de enhorabuena porque no solo podemos poner ‘cara’ al que ha sido uno de los proyectos recientes de Dyson, sino que podemos saber que no solamente era un boceto: el proyecto estaba en su fase final cuando fue cancelado.
Su alto precio, el leit motiv de la marcha atrás
No fue un fallo de diseño, ni problemas de distribución, ni nada referente a la seguridad ni funcionalidad del nuevo vehículo eléctrico de Dyson lo que llevó a la firma a no comercializar este proyecto. Fue su alto precio. Una causa que resulta extraña en un mundo donde la tecnología vanguardista se paga a precio de oro en todos los ámbitos (telefónico, audiovisual y, por supuesto, automovilístico). Ninguno se libra.
La causa, según hemos podido saber por la propia Dyson, de que este vehículo no viera la luz fue que se necesitaba estipular una cifra de venta demasiado elevada como para que el proyecto empezase a ser rentable. Hablamos de 170.000 euros por unidad, miles arriba, miles abajo. Por tanto, nos podemos hacer una idea de los recursos empleados en I+D en este vehículo que, por desgracia, jamás tendremos la oportunidad de probar. Ojo al dato: 560 millones gastados es la cifra que maneja Dyson para cuantificar el esfuerzo económico llevado a cabo en el desarrollo de esta preciosidad. Y, por ahora, los dan por perdidos porque el mercado parece atender a otras necesidades. Aunque, como diría Sean Connery, ‘nunca digas nunca jamás’.
Y ahora, ¿qué?
Dyson desarrolló baterías en estado sólido para integrarlas en este coche eléctrico y, ahora, se plantea venderlas a terceros para amortizar una parte de la inversión en uno de los elementos claves en la nueva generación de automóviles.
El SUV que iba a lanzar Dyson, conocido internamente como N526, tenía cinco metros de longitud, 1,7 de alto y dos metros de ancho. ¿Alguien dijo Tesla Model X?. El propio James Dyson afirmó que su autonomía habría alcanzado los 1.000 kilómetros, batiendo todos los récords establecidos por su competencia directa. En cuanto a sus prestaciones, sus motores eléctricos habrían entregado 536 CV de potencia a las cuatro ruedas para rodar a 100 km/h en 4,8 seugndos y alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h.
Ojalá un día nos llevemos la buena nueva de un proyecto similar en desarrollo, porque este N526 pintaba realmente bien. ¡Otra vez será!