Sonos Ace: los primeros auriculares de Sonos suenan pero que muy bien – Review del Gadget Lab

Ligeros, cómodos, con una eficiente cancelación activa del ruido y una sensación inmersiva muy bien conseguida.

Sonos es una marca no muy conocida entre el público en general, sí lo es y bastante entre los entusiastas del mundo del audio y es venerada por muchos expertos, algunos, incluso, con la categoría de audiófilos. Hasta ahora, se centraba en altavoces y barras de sonido, con productos que le han granjeado un merecido prestigio. Decimos “hasta ahora” porque Sonos acaba de lanzar sus primeros auriculares. Como fuentes de la propia empresa indican, han pasado del audio compartido al audio personal. Son los Ace. Describimos a continuación sus prestaciones sobre el papel y relatamos seguidamente nuestra experiencia con ellos tras más de un mes de uso:

• Diadema extensible; auriculares girables con bisagra oculta. No plegables.
• Cancelación activa del ruido.
• Ocho micrófonos.
• Modo Aware para estar al tanto de lo que suena a tu alrededor.
• Qualcomm Snapdragon Sound AptX.
• Dolby Atmos.
• Sonos TrueCinema: tecnología que genera una sensación propia al audio de una sala de cine.
• Dos altavoces integrados diseñados a medida.
• Drivers dinámicos de 40 mm.
• Diversas tecnologías en pos de un sonido envolvente.
• Compatibilidad con la barra de sonido Sonos Arc para trasladar el audio del televisor a los auriculares y viceversa.
• Seguimiento dinámico de la cabeza: el sonido llega siempre desde el frente, aunque muevas la cabeza.
• Bluetooth 5.4.
• Soporte para codecs SBC, AAC y aptX Lossless de Qualcomm.
• Controles propios mediante botones físicos.
• Hasta 30 horas de autonomía con ANC on.
• Carga rápida: 3 minutos enchufados dan para 3 horas de uso.
• Interior de espuma viscoelástica.
• Componentes forrados con cuero vegano.
• Paneles interiores desmontables.
• Puerto USB-C para carga y conexión a entrada Jack de 3,5 mm mediante adaptador.
• 312 gr.

Sonos Ace – Versiones y precio

Disponibles en blanco mate y negro. 499 euros (precio a fecha julio de 2024).

www.sonos.com

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Sonos Ace – Review del Gadget Lab

Los Sonos Ace ofrecen un excelente rendimiento de sonido y atesoran una muy eficiente tecnología de cancelación del ruido, sin perjudicar en modo alguno la calidad de audio. Son dos puntos de partida muy interesantes de cara a lo que se pide a unos auriculares de su categoría de precio, que no en todos los casos de la competencia se cumple. A ello unen un diseño atractivo, una batería de larga duración y una curiosa integración con la barra de sonido Sonos Arc. Vayamos por partes.

Su diseño y acabado es premium por los cuatro costados, con materiales de primer nivel y ajustes compactos que transmiten robustez. Son ligeros, se llevan cómodamente durante horas y ‘aprietan’ la cabeza lo justo para que la cancelación pasiva del ruido colabore en su justa medida. Presentan un diseño minimalista; sus copas se unen a la diadema con un conector de metal muy delgado que discurre, en la dinámica de adaptarse a la altura de la cabeza, demasiado vigorosa, vamos, que no se desliza fácilmente. Nos ha gustado el detalle de la bisagra flexible escondida dentro de los auriculares; no se te enredará con el pelo. No se pueden plegar.

En lugar de capacidad táctil, Sonos ha optado por controles físicos en modo de botones y deslizador: reproducir/pausar, subir/bajar volumen, activar/desactivar el control del ruido, modo consciente y opciones de control de voz. Funcionan muy bien y nunca te equivocas en la función que quieres aplicar.

Un acabado y una experiencia física de uso a la altura de los Bose QuietComfort Ultra Headphones, Bowers & Wilkins Px7 S2e, Apple AirPods Max y Sony WH-1000XM5. En este sentido, Sonos ha entrado por la puerta grande, que no es poco para ser su primera iniciativa en este encarnizado ámbito comercial de los auriculares de diadema. ¿También llegan pisando fuerte en calidad de sonido?

Sí. Los Sonos Ace soportan un abanico de tecnologías que producen una tremenda sensación de espacio, donde el estéreo juguetea a sus anchas para bien. Los bajos se revelan imponentes y los matices llegan a los oídos con una insultante facilidad. Y lo mejor de todo es que, todo, suena natural. El Dolby Head Tracking funciona y muy bien, pero va por gustos (a algunos miembros del Gadget Lab les ha parecido algo mareante).

La conectividad inalámbrica se realiza a través de Bluetooth 5.4 con SBC, es decir, que son compatibles con los codecs AAC y aptX Lossless siempre que la fuente sea igualmente compatible. Esto significa una calidad de sonido propia de CD de manera inalámbrica y siempre que el servicio de streaming elegido cumpla con sus premisas de calidad.

En lo que se refiere al apartado de cancelación del ruido, nos ha sorprendido la ausencia de niveles para personalizar ese aspecto. Tampoco hay modos adaptativos. Solo están disponibles los modos activado, desactivado y ambiental. Más allá de esta dictadura, el nivel de cancelación del ruido es excelente, sin duda, merecedor de estar en el pódium junto con la dinámica que ofrece Bose (en primer lugar, sin duda) y Sony. Al igual que ocurre con los modelos de Bose, no se pierde una pizca de calidad cuando ese ANC está activado.

El modo Sonos True Cinema nos ha convencido. No es una tecnología exclusiva, porque otras marcas también la tienen con otro nombre, pero el caso es que con los Sonos genera de veras un ambiente envolvente.

Lo que más nos ha gustado de la experiencia puramente de audio es la profundidad de los graves, sublime, y la amplitud del espectro sonoro que son capaces de abrazar. Todo ello con una nitidez y respeto a cada instrumento y voces de quitarse el sombrero.

La conexión con la barra de sonido Arc de Sonos para establecer una experiencia personal de cine en casa con headtracking y Dolby Atmos es una cualidad interesante pero excesivamente restrictiva: o tienes la Arc o no podrás disfrutarla. Gracias a Sonos España, hemos podido disfrutarla y, sí, es como si estuvieras en un cine porque los helicópteros te sobrevuelan y sabes hacia dónde derrapa el coche. Espectacular asociación. Y cara en conjunto.

No busques en estos Sonos Ace (al menos, de momento) un sistema de adaptación de la reproducción del audio a las capacidades de audición de cada usuario mediante un test previo (como ha puesto de moda Denon o Creative). La conectividad Bluetooth también es mejorable (echamos de menos Google Fast Pair, por ejemplo) y la app es excesivamente básica (el modo de ecualización, señores de Sonos, no está a la altura de las posibilidades de los Ace). Hablando de la app, la necesitas para todo, una dependencia inexplicable.

 

Pese a estos ‘peros’, los Ace logran una excelente experiencia de audio; basta con que los pruebes con un archivo digital FLAC con resolución de 24 bits (que no es poco pero tampoco es difícil conseguirlo) y comprobarás lo que es un sonido magistral.

Por lo demás, cumplen con la promesa de autonomía (30 horas) y de carga rápida, y se agradece la facilidad con la que se pueden desencajar y limpiar las almohadillas.

Nuestras conclusiones sobre los Sonos Ace son claras: la marca norteamericana se ha tomado su tiempo para sus primeros auriculares pero ha merecido la pena. Son atractivos y cómodos, y, lo más importante, proporcionan una excelente calidad de audio, con soporte espacial real y con una cancelación del ruido premium. Su precio en relación a sus prestaciones nos parece muy competitivo. Ahora bien, somos conscientes de que es un precio alto, no accesible a todos los bolsillos. Es lo que tiene experimentar un sonido excelente unido a cierta exclusividad. Hay que pagarlo. Pero, en este caso también, merece la pena.