Philips Sonicare DiamondClean Smart: precisión doméstica para el cuidado dental
Test sin Piedad: 
Este cepillo eléctrico limpia los dientes, las encías y la lengua, así como también promete eliminar la placa, borrar las manchas y lograr una sonrisa reluciente. ¿Lo cumple? Cuesta casi 300 euros…
Si anhelas una limpieza eficaz de los dientes en particular (y de la boca en general), este cepillo de dientes eléctrico te propone distintas funcionalidades para lograr dichos objetivos. Quizá no te ahorres muchas visitas al dentista pero, desde luego, sí que evitarás sus regañinas. En este sentido, calificar este gadget como un simple cepillo eléctrico es quedarse realmente cortos porque basta con repasar sus facultades, que son:
- Reduce la placa: Según Philips, este cepillo Sonicare es capaz de eliminar hasta diez veces más placa en comparación con los cepillos dentales manuales. Bien es cierto que, para ello, es preciso colocar el accesorio correcto, que es un cabezal de cepillado llamado Premium Plaque Control, caracterizado por unos laterales flexibles y unas cerdas que se adaptan de manera óptima a la superficie de contacto.
- Encías sanas: Siguiendo con los datos que facilita Philips, con un uso continuado y apropiado de este cepillo eléctrico, en solo quince días logra que las encías estén y presenten un aspecto más sano. Al igual que en el anterior punto, se precisa el cabezal adecuado, concretamente, el denominado Cuidado de las Encías Premium.
- Elimina las manchas: El café, el vino, los colorantes… son enemigos de la dentadura blanca. En este sentido, y mediante el cabezal de cepillado Premium White, el cepillo Sonicare asegura ser capaz de eliminar las manchas superficiales “al 100% en solo tres días” (así de orgullosa lo proclama la propia Philips).
- Aliento libre de mal olor: En este caso, este cepillo se ocupa de la lengua para, acompañado del cabeza lingual TongueCare+ y el elixir BreathRx, eliminar las bacterias que generan el mal olor bucal.
Cepillo eléctrico conectado
Una faceta primordial de este cepillo eléctrico es su conectividad con el móvil para guiarte, monitorizar y registrar tu limpieza dental/bucal. Mediante la app Sonicare aprendes lo que tienes que hacer para conseguir tus objetivos, que pueden ser los generales comentados en el punto anterior, si bien te permite personalizar los que tú quieras. Para cualquiera de estas metas, la aplicación te indica el número y tiempo óptimo de cepillado por día, el orden de las zonas, la presión del cepillo sobre las piezas, etc. etc. En resumen, un completísimo asistente que se basa tanto en una teórica previa, como te acompaña mientras realizas el cepillado, pues en la pantalla del móvil te muestra los consejos oportunos. Tras cada proceso, la aplicación te indica si has logrado una limpieza eficaz o si debes repasar alguna zona. Dos detalles interesantes nos han llamado la atención. Por un lado, que la app te avisa de si estás ejerciendo demasiada presión de las cerdas sobre los dientes, no siendo eso lo correcto, a la vez que la base del cepillo se ilumina en azul para que lo corrijas. Por otro, que si el dentista te ha señalado unas zonas de la dentadura que merecen más atención, se pueden resaltar en el mapa virtual de la misma y la app te recordará que las dediques más atención.
Automatizado
Cada cabezal de cepillado incluye un microchip que le informa al cepillo que está instalado. De esta manera, el sistema sabrá cuáles deben ser el modo de funcionamiento y la intensidad oportuna de acuerdo con el objetivo que persigue el mencionado cabezal. En otras palabras, una dinámica de reconocimiento inteligente de los cabezales que también interviene cuando es el momento de sustituirlos por desgaste o ineficacia. No obstante, Philips propone cabezales de cepillado estándar (no especializados en objetivos) que se pueden combinar con un uso manual: un botón en el propio mango permite elegir entre cinco modos (clean, White+, gum health, Deep clean+ y tongue care) y tres intensidades.
Carga y autonomía
El Philips Sonicare DiamondClean viene de serie, entre otros accesorios, con un estuche de viaje y un vaso de cristal. Los dos sirven para cargar la batería interna del cepillo: basta con ajustarlo en el hueco del primero o depositarlo en el segundo; en ambos casos, la dinámica es de inducción, sin cables, porque, tanto el estuche como el vaso se conectan a un enchufe tipo USB. La autonomía del cepillo es de unos quince días con una media de 5 minutos de uso al día.
Probado por Gadget
El precio del Philips Sonicare DiamondClean asusta: casi 300 euros, como para no pensárselo, a los que sumar el coste de los distintos cabezales, porque hay que reemplazarlos cada dos/tres meses y no son precisamente baratos. Pero es que, como hemos mencionado anteriormente, se trata de mucho más que un cepillo eléctrico, es un instrumento avanzado para la higiene, el cuidado y la salud dental (y de las encías y de la lengua). Lo he utilizado de manera concienzuda durante un mes, marcándome unos objetivos de fácil consecución para tan corto periodo de tiempo. Tras solo esas cuatro semanas, he advertido sensibles mejoras en mis dientes en cuanto a blanqueamiento, eliminación de manchas, cuidado de las encías y un prolongado frescor del aliento; mi pareja también lo ha notado. No es que luzca ya una sonrisa de presentador de televisión, pero se nota que el Sonicare ha actuado. A lo que añadir, por descontado, una sensación de dientes suaves, perfectamente limpios. Creo que el Philips Sonicare DiamondClean Smart es una inversión en higiene, salud y cuidado dentales. Será rentable siempre que aportes el compromiso de dedicarle el tiempo y la paciencia que precisa, atender sus consejos, obedecer escrupulosamente sus instrucciones y utilizar los accesorios correctos. Ojo, y también vencer el cierto ridículo que, te confieso, sentí las primeras veces de uso con el cepillo en una mano y el móvil en la otra…
289,99 euros
