Bill Gates habla de los WC waterless… con un bote de heces
Se trata de unos inodoros punteros, que llevarían lo último en tecnología para el tratamiento y depuración de materiales tóxicos.
Convertir las heces en agua potable. Es la idea pionera que ronda por la cabeza de Bill Gates desde hace algún tiempo, y para la cual ha invertido más de 200 millones de dólares en los últimos 7 años en investigación y desarrollo.
A principios de este mes hemos conocido algunos de los datos que traería esta nueva generación de inodoros que no solo serían más eficientes con el consumo de agua -reducido a prácticamente cero-, sino que serían capaces de convertir los resíduos orgánicos en agua apta para el consumo humano.
El deseo de cambiar el mundo… de verdad.
Esto supondría un avance estratosférico en el mundo entero, a muchos y muy diversos niveles. Para empezar, los países menos desarrollados, donde el acceso al agua potable es restrictivo -o directamente imposible-, tendrían la oportunidad de acceder de una manera fácil -y está por ver si económica- a agua potable, algo trivial para nosotros pero enormemente ventajoso para ciertos lugares del mundo, donde tener agua saneada o no supone la diferencia entre la vida y la muerte. Por otro lado, en los países desarrollados acabaríamos por lograr un consumo más justo, comedido y eficiente del agua, un recurso limitado que a veces parece que no valoramos lo suficiente.
Queda mucho para que este proyecto acabe dando el paso final y se consiga la completa implementación de estos nuevos inodoros, pero un dato revelador que sí ha destapado el último estudio ha sido que, por cada dólar invertido en saneamiento se conseguirían 5.50 dólares en beneficios mundiales, debido al considerable ahorro de los tratamientos necesarios derivados de las enfermedades por consumo de agua contaminada: parásitos -en el mejor de los casos-, cólera, hepatitis, fiebre tifoidea…
Guy Hutton, Asesor Sénior de Agua, Saneamiento e Higiene de Unicef NY, declaró en una entrevista:
Los desechos humanos que se manejan adecuadamente pueden ser una inversión muy atractiva desde el punto de vista económico, debido a los beneficios que tienen para la salud. Dada la necesidad insatisfecha de 2.300 millones de personas que todavía carecen de saneamiento básico, existe un mercado potencialmente importante y una ganancia económica que se puede obtener.
Para hacernos una idea de la cantidad de gérmenes que se eliminarían con el nuevo sistema de esterilización y purificación, Bill Gates salió a hablar a todos los presentes con un bote con heces humanas. Una “dosis normal” de excrementos por deposición contendría alrededor de 100.000 huevos de lombrices parasitarias, 200 billones de células de rotavirus y 20.000 millones de bacterias Shigella. El innovador sistema conseguiría eliminar todas esas partículas y formas de vida perjudiciales para nuestra salud, convirtiendo el agua en totalmente apta para el consumo humano.
Para 2030, según las estimaciones del propio Gates, sería posible obtener 6.000 millones de dólares al año en todo el mundo gracias a la comercialización e instauración de estos inodoros waterless, que han conseguido atraer a empresas como LIXIL Group.