Fotografía aérea: Surca los cielos con tu cámara

Fotografía aérea: Surca los cielos con tu cámara

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La fotografía aérea nos proporciona puntos de vista inusuales. Foto: Shipfactory-Shutterstock

Realizar fotografía aérea te aporta más satisfacción y unos puntos de vista increíbles. Piérdele el miedo en este post

Una de las mayores inquietudes de los fotógrafos es cómo conseguir algo diferente, imágenes impactantes que se salgan de lo común y sean de gran impacto visual. La fotografía aérea te brinda la oportunidad de conseguir grandes resultados.

La fotografía aérea ha experimentado un gran desarrollo en el campo industrial, rara es la multinacional que no tiene en el recibidor o los pasillos de sus fábricas una toma cenital que muestra el porte de sus instalaciones. Más desarrollo aún ha tenido la fotografía aplicada a las técnicas topográficas con el fin de elaborar mapas. Esta última aplicación cuenta con aparatos muy específicos capaces de captar imágenes de manera automática. Incluso las imágenes de satélite de Google Earth han llegado a documentar la piel de nuestro planeta de manera muy exhaustiva. Sin embargo, aunque te parezca que ya está todo hecho, sigue quedando un hueco para todos aquellos que quieran explotar estas técnicas con fines más creativos o meramente paisajísticos.

Vuela con tu cámara

Photobank-Gallery-shutterstock

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Si quieres tener el control total lo mejor que puedes hacer es izarte con tu equipo hasta las alturas. Para esto encontrarás varias opciones más o menos arriesgadas y económicas. Debes tener en cuenta que practicar esta disciplina supone un desembolso extra, ya que debes contar con un medio de locomoción específico, en la mayoría de los casos, fletado para tu propio interés:
-En avión: Aunque es el más barato, puesto que probablemente estés pensando en aprovechar un vuelo regular para hacer alguna foto, presenta varios problemas que te lo pondrán muy difícil para realizar una toma de este tipo en condiciones. El primer problema es la excesiva altura, que en la mayor parte del recorrido solo te permitirá ver nubes. El segundo las pequeñas ventanas con gruesas cristaleras que, por un lado, te limitan mucho el encuadre, restan una gran nitidez a las fotos y aportan demasiados reflejos. El tercero es que no tendrás ningún poder de decisión sobre el rumbo. Es por eso que este medio está totalmente desaconsejado.

-En avioneta o helicóptero: Probablemente los más utilizados y  los menos económicos. Puedes alquilar un vuelo particular en el que el piloto realice varias pasadas por el lugar que le indiques. El vuelo es muy bajo, por lo que te sitúa a la altura ideal para realizar las mejores tomas. Antes de contratar este servicio asegúrate de que el piloto te va a dejar volar con la puerta abierta para que no tengas obstáculos y de que dispone de las sujeciones adecuadas (arneses, cinturones de seguridad…)  que te otorguen libertad de movimiento a la vez que te aseguren perfectamente para volar en esas condiciones.

Si realizas un viaje en avioneta de tipo más turístico -en una reserva natural como complemento a un safari por ejemplo- también cuentas con grandes oportunidades. Pregunta al resto de pasajeros y al piloto la posibilidad de abrir la puerta y de colocarte en el mejor lugar para disparar tu cámara. Aunque estés bien asegurado, procura que la mochila con tu equipo también lo esté porque puede ser muy desagradable verla caer al vacío y recuerda: ¡Agarra bien tu cámara!

Patrick Foto-Shutterstock

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-En globo: Este es otro fantástico medio de locomoción con fines fotográficos que presenta la ventaja de que se mueve mucho más lento, lo que te permite recrearte más en cada escena y buscar los mejores encuadres. Como la avioneta, puede volar también muy bajo y, además, tienes tu equipo muy bien protegido dentro de su cesta.

-En ala delta o parapente: Acompañado de un profesional que lo dirija, cualquiera de estos dos métodos permite planear, con lo que tendrás también oportunidades. Aquí no puedes cargar con tu equipo, por lo que tienes que conformarte con la cámara y un objetivo (angular estándar por lo general). Aunque la adrenalina del “deber” fotográfico te posea, debes hacer caso en todo momento al instructor para garantizar la seguridad del vuelo. Lleva la cámara muy bien sujeta con la correa, incluso trata de llevarla corta y asegurada a algún arnés o un sistema similar. Sobre todo protégela para que no se golpee en el aterrizaje. Puedes comprarle una carcasa antigolpes para estos casos.

-Desde lo alto de un rascacielos: Si no tienes recursos, en algunas ciudades puedes recurrir a subir a algunos de los edificios más altos del mundo, desde donde podrás tomar magníficas fotos aéreas tras una cristalera. Emplea un polarizador para minimizar los reflejos y cambiarlos de sitio.

El uso de drones en fotografía aérea

Tyler Olson-Shutterstock

Tyler Olson-Shutterstock

Con la popularización de las cámaras de acción esta tecnología se ha ido adaptando y hoy en día existen varios dispositivos que te permiten colocar tu cámara de fotos sobre un pequeño girocóptero manejado a distancia.

Estos ingenios son los drones, sobre los que puedes colocar tu cámara para elevarla a las alturas. El manejo de un drone, o vehículo no tripulado, es complejo y requiere mucho tiempo de entrenamiento. Te aconsejamos que no montes tu equipo sobre uno hasta que estés seguro de que puedes hacerlo aterrizar en condiciones de total seguridad, ya que de lo contrario puedes terminar con tu equipo hecho añicos y con una o ninguna foto de vuelta.

Existen varios fabricantes, como Parrot, de este tipo de artículos. Cuando realices la compra infórmate de cuál es el modelo más adecuado para el peso de tu cámara y qué complementos necesitas: sujeciones, gimball -para el manejo independiente de la cámara-, disparador remoto… En principio, con tu cámara por los aires no serás capaz de visionar cual es la escena concreta a la que vas a disparar, pero existen complementos para comprobarlo en tiempo real.

Técnica básica de fotografía aérea

Er_09-Shutterstock

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La ventaja de la fotografía aéreas respecto al resto de paisajes es que desde arriba prácticamente todo lo que fotografías está en el mismo plano, de modo que no vas a tener problemas de profundidad de campo y, por lo tanto, no es necesario que cierres mucho el diafragma. Con una apertura del tipo f/5.6 selecciona una velocidad de obturación más rápida de modo que seas capaz de compensar la trepidación y tu movimiento respecto a la escena estática. Nunca busques la estabilidad apoyándote en alguna parte de tu medio de locomoción, ya que las vibraciones o su propio movimiento lograrán justo el efecto contrario al que pretendes.

Lo recomendable es utilizar un objetivo angular estándar o gran angular, pero en ocasiones es muy útil realizar un plano más corto sobre algún elemento en cuestión. Cuando se trata de fauna, puedes recurrir a un teleobjetivo de modo que al menos captes su figura y no solo plasmes unos puntitos incomprensibles. La fuerza de la fotografía aérea está en las texturas. Finalmente, explota las formas y los colores para lograr composiciones abstractas y sugerentes y no descuides la organización de los elementos en la toma, ya que en este tipo de fotos es donde te la juegas.

Texto Daniel Santos 

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