Fotografiar la ciudad: conviértete en fotorreportero
Para fotografiar la ciudad hay que encontrar las claves de nuestro alrededor. ¡Identifícalas!
A la hora de fotografiar la ciudad tenemos que tener en cuenta todos los elementos clave que tenemos a nuestro alrededor para lograr un buen reportaje urbano. Los edificios, las diferentes situaciones dadas y los viandantes se convierten en los objetos principales de nuestras lentes y nos sirven para reflejar lo más natural y cotidiano de la vida en los grandes municipios.
Arquitectura y paisaje urbano
Una parte esencial de las poblaciones son los edificios y plazas que configuran su identidad. Para fotografiar la ciudad en un reportaje completo nos aseguramos de incluir un buen número de estos lugares emblemáticos. Es importante que busquemos puntos de vista diferentes o tratemos de lograr una composición más personal, ya que estos focos de interés son a menudo blanco de un gran número de instantáneas y postales muy parecidas entre sí, diferenciarlas es un valor añadido en fotografía de viaje.
Emplear un trípode y realizar tomas nocturnas puede ayudarnos a fotografiar la ciudad, la iluminación de las construcciones junto a la estela de los faros de los coches también es una interesante opción creativa. Con un diafragma muy cerrado conseguimos que la luz de una farola tenga forma de estrella, disparando, en cambio, con aberturas mayores obtenemos un contorno más circular.
Una buena manera de lograr nuevas escenas es agacharnos y realizar planos picados jugando con la perspectiva. Los paisajes urbanos tomados con grandes angulares y aprovechando las líneas de fuga nos proporcionan también muy buen resultado. Al fotografiar edificios debemos huir de los enclaves obvios y situarnos en localizaciones de menor tránsito. Las medianas de las grandes calles o el interior de las rotondas suelen ser buenos emplazamientos, aunque si decidimos acceder a ellas, nos tenemos que asegurar de que no corremos ningún peligro; en caso contrario, desistiremos y buscaremos otro punto de vista.
Gente y situaciones
La verdadera esencia de un pueblo son las personas que la habitan y eso es lo que buscamos reflejar cuando enfrentamos un reportaje urbano. Retratamos el drama, la alegría y la vida de un municipio a través de sus inquilinos. Para que nuestras obras sean impactantes y describan lo que sucede en el entorno debemos buscar siempre escenas en las que ocurra algo, por eso la paciencia en la espera y la rapidez en la realización de la toma deben ir de la mano.
Al fotografiar la ciudad, capturar gente de manera espontánea no es sencillo, pero siguiendo unas sencillas pautas nos resultará más fácil:
- Mimetizarnos con el entorno:Una vez escogido el encuadre, permanecemos en el mismo sitio realizando fotos de las escenas protagonizadas por los diferentes transeúntes. Luego nos quedaremos con la mejor de la serie. Usar un trípode y un cable disparador nos proporciona, también, cierta mesura, ya que podemos disparar nuestra cámara de manera más discreta.
- Utilizar un tele corto: Muchas veces las escenas que finalmente nos cautivan no se producen desde donde las esperamos, pero podemos verlas cerca de donde nos encontramos. Para esos casos un teleobjetivo que abarque distancias focales entre 90 y 200 mm con un diafragma lo más abierto posible para ganar velocidad y reducir la profundidad de campo nos resulta muy útil. Por otro lado, el disparo en ráfaga puede ser también una buena opción para no perder detalle.
- Pedir permiso: Preguntar y fotografiar escenas naturales es definitivamente incompatible, pero en muchos casos los retratos y primeros planos de personas nos resultan esenciales para dotar de un carácter más humano a nuestro reportaje. Si hablamos con quien queremos retratar y le explicamos nuestras intenciones, la probabilidad de que nos conceda permiso es muy elevada.
Equipo recomendado
En fotografía de reportaje el equipo depende en gran medida del estilo propio de cada autor, aunque para trabajar en ciudad es muy recomendable que utilicemos un objetivo angular, preferiblemente zoom. Las distancias focales cortas nos permiten incluir en la escena edificios completos y realizar paisajes urbanos. Asimismo, capturar con medidas por debajo de los 50 mm nos ayuda a reproducir mayor parte de un paisaje sin renunciar a tener elementos en primer plano. Las ópticas zoom otorgan una mayor rapidez de movimientos a la hora de replantear una foto y eso las hace muy recomendables.
Además, para fotografiar la ciudad los teles cortos entre 90 y 200 mm son un complemento muy útil (especialmente si son zoom) para plasmar con mayor discreción y poder aislar elementos arquitectónicos. Un trípode, cable disparador y, ocasionalmente, un filtro gris de densidad neutra nos ayudan a fotografiar el movimiento de la urbe. Una mochila o una bolsa cruzada son necesarias para cargar el equipo que no debe ser excesivo. En ciudad es conveniente llevar el equipo encima y vigilado; pero sin que esto se convierta en una obsesión.
Texto Daniel Santos