Claves para conseguir los mejores paisajes de otoño
Llega el otoño y, con él, millones de oportunidades para captar los mejores paisajes
Para los paisajes de otoño son aplicables los mismos criterios de carácter general dentro de la especialidad del paisaje. Es importante reflejar las relaciones entre el hombre y la naturaleza. Una montaña o alguna otra escena admiten que se les fotografíe sin mayores consideraciones, pero no será impactante si la instantánea no consigue transmitir parte de las emociones sentidas por el fotógrafo.
Horas doradas
En los paisajes de otoño, la luz ambiente cambia constantemente en función de las horas del día, del tiempo atmosférico y de la estación en que nos encontremos. Suponiendo que son días despejados, cuando el sol poniente hace que la sombra proyectada por nuestro cuerpo sea más larga que nosotros mismos, todas las escenas quedan bañadas de tonalidades de rojo, naranja y oro. Esta luz cálida y suave saca a relucir aún más los colores otoñales de las hojas caducas y proporciona efectos lumínicos encantadores en valles y laderas con follaje abundante, contrastando además con colores también cálidos del cielo. Estos son momentos que debemos aprovechar para realizar nuestras fotografías porque, si esperamos un poco más, justo cuando el sol ya ha desaparecido tras el horizonte, el paisaje y las hojas se teñirán de azul y morado e irán camino de una lenta, pero segura, desaturación.
Los amaneceres proporcionan colores cálidos y un ambiente de ensoñación, sobre todo si conseguimos captar la presencia de algunos bancos de nieblas, más probables a estas horas del día. Aunque estas horas están reñidas con los amantes de la cama, tienen otras virtudes adicionales como la de una menor probabilidad de encontrarnos con otras personas que pudiesen detener nuestro trabajo, y la de contar con una atmósfera más limpia de polvo y contaminación, con lo que obtenemos un punto adicional de nitidez en nuestras imágenes. También es más probable la ausencia de vientos en este período matinal. Con niveles bajos de iluminación es útil el empleo de un trípode.
Control del sol
Si nos ubicamos en zona boscosa, las fotos de paisajes de otoño en las que aparece el sol colándose entre el follaje son muy atractivas. Sin embargo, incluir el disco solar en la composición acarrea una disminución notable de la saturación del color, así como la aparición de destellos luminosos en la propia composición. Con el sol detrás de nosotros o apareciendo lateralmente, el paisaje está bien iluminado y con ausencia de sombras. Siempre hay que evaluar sobre el terreno los efectos de la luz solar.
Si seguimos apostando por disparar a contraluz, el empleo de un buen parasol que nos bloquee la luz directa sobre el objetivo e impida los destellos indeseados en los paisajes de otoño es de gran utilidad. Otra opción es utilizar alguna rama gruesa de un árbol cercano con dicho propósito de apantallamiento.
Paisajes de otoño: contraste cromático
Algunas capturas de paisajes de otoño tomadas aprovechando una ladera de una montaña o un punto de vista alto nos muestran una rica gama cromática si aparecen mezcladas en un plano general diferentes especies arbóreas, perennes y caducas. En un área más cercana, el mayor contraste de color lo tenemos entre tonos situados en áreas opuestas del círculo cromático. Desde un punto de vista práctico y cuidando la relación entre el primer plano y el fondo, conseguimos que destaquen:
- Hojas rojas sobre un fondo de hierba verde brillante.
- Hojas de color dorado o anaranjadas delante de un cielo azul o de las aguas de un lago.
- Follaje de color marrón o amarillo claro aposentado sobre rocas negras.
Si disponemos de una réflex o, en su defecto, de una compacta con rosca para filtro externo, otra opción a tener en cuenta para la fotografía de paisajes de otoño es la utilización de un filtro polarizador. Este hace que se incremente la saturación cromática de una forma notable, haciendo que los cielos aparezcan de un azul mucho más intenso y, en consecuencia, que destaquen las nubes. Existe una correlación entre los días nublados y el comportamiento cromático en paisajes de otoño. Así, la ausencia de sombras duras y de las altas luces causantes de sobreexposición conduce a colores más vibrantes en las fotografías.
Asimismo, la lluvia es capaz de incrementar la saturación cromática. Las hojas mojadas reflejan colores más profundos que las secas en días soleados. Aunque tengamos que proteger nuestro equipo contra los elementos no debemos huir del mal tiempo.
Texto Benito R. Mallol