Probamos la cámara del Samsung Galaxy S7 edge
Hemos tenido la oportunidad de probar la que dicen que es la mejor cámara de smartphone del mercado. Efectivamente, la cámara del Samsung Galaxy S7 edge (al igual que la del S7) dispone de una serie de prestaciones que le permiten obtener unas imágenes de gran calidad, incluso en situaciones de escasa iluminación.
Los fabricantes de smartphones están haciendo cada vez más hincapié en las cámaras de sus nuevos teléfonos. Tal es el caso de Apple con su iPhone 6s / 6s Plus (que ha llegado a empapelar fachadas con fotos tomadas desde el terminal) y de Huawei, que se ha asociado con Leica para lanzar su nuevo P9. Nosotros hemos podido probar de primera mano la cámara del Samsung Galaxy S7 edge y no exageramos al afirmar que no tiene nada que envidiar a muchas de compactas del mercado.
Al margen de su estilizado diseño y de sus virtudes como teléfonos inteligentes, los nuevos dispositivos Galaxy S7 y S7 edge de Samsung destacan por incluir la primera cámara con Dual Pixel Sensor en un smartphone. Esta tecnología -propia de las cámaras DSLR profesionales- garantiza un rápido enfoque para realizar fotografías nítidas y llenas de detalles incluso en situaciones con poca luz –algo que pudimos comprobar en una ruta de fotografía nocturna por Toledo-.
La apertura f/1.7 de la lente -tanto en la cámara delantera como en la trasera- y los píxeles de mayor tamaño (1,4 um) también contribuyen a incrementar la luminosidad y brillo de las fotografías –como también hemos podido ratificar-. Por otro lado, la cámara del Samsung Galaxy S7 edge utiliza todos los píxeles del Dual Pixel Sensor para la detección por fase, configurada con dos fotodiodos que trabajan de forma independiente. Gracias a ello, la rapidez de enfoque de la cámara es tal que incluso los movimientos más imprevistos pueden captarse en el momento preciso, aunque empiece a oscurecer o esté amaneciendo.
Autorretratos mejorados
Otro de los puntos fuertes de estos dispositivos en el apartado fotográfico, lo encontramos en la cámara frontal. Gracias a la función Selfie Flash, es posible utilizar como flash su pantalla AMOLED (de 5,1” en el S7 y de 5,5” en el S7 edge) cuando tomamos fotografías con escasa luz (por debajo de los 20 lux).
En este sentido, también destacan el modo Beauty Face Shot, para añadir efectos de luz 3D a los selfies, y el modo Wide Selfie Shot, que crea un efecto panorámico. Además, la función HDR en tiempo real ofrece imágenes con gran riqueza y precisión de colores.
Amplias posibilidades
Volviendo a la cámara trasera, el nuevo modo “Panorámica en movimiento” lleva un paso más allá las fotos panorámicas tradicionales, dotándolas de movimiento y ofreciéndonos una experiencia visual completamente envolvente. Por su parte, la función Hyperlapse mejorada permite comprimir horas de grabación en segundos para ilustrar los sutiles movimientos del sujeto fotografiado, de forma que el dispositivo selecciona automáticamente los cortes con las imágenes más nítidas, al mismo tiempo que minimiza el movimiento de la cámara con su función de estabilización de la imagen.
También destaca el modo Pro, que nos ofrece la posibilidad ajustar manualmente algunos parámetros, como el balance de blancos, la sensibilidad, la velocidad de obturación, la medición, la compensación de la exposición o el enfoque –el diafragma no, por supuesto-.
Por último, nos queremos de su certificación IP68 –que nos permitió realizar la sesión bajo la lluvia sin preocupaciones- y la ranura para tarjeta SIM híbrida, que admite una tarjeta Micro SD para tener hasta 200 GB de almacenamiento adicional (vienen con 32 GB de memoria interna).
El Samsung Galaxy S7 tiene un precio de 719 euros, mientras que el S7 edge asciende a los 819 euros.
Puedes encontrar más información sobre estos terminales en la web de Samsung.